De la provisión de servicios educativos a la creación de experiencias de aprendizaje: notas para un cambio de paradigma en ciernes

Creo firmemente que vivimos una revolución. Hay signos de ello por todas partes… incluso en algunas escuelas.

Jordi Adell, 2010. Educación 2.0. En Carme Barba y Sebastià Cappella (coords.). Ordenadores en el aula. La clave es la metodología. Barcelona: Graó.


 

Coincido con Jordi. Estamos metidos de lleno en una revolución social y tecnológica que, en educación, se une a corrientes de cambio que provienen de finales del siglo XIX (Giner de los Ríos, Dewey o Freinet, por dar sólo algunos ejemplos) para generar lo que Jordi Adell y Linda Castañeda llaman pedagogías emergentes.

Para mí lo más interesante de estas pedagogías emergentes es su potencial disruptivo. En general representan aún prácticas minoritarias por su número y extensión pero están vinculadas a un colectivo (creciente y conectado) de docentes y centros que se replantean si la pedagogía tradicional-convencional sirve al estudiante del siglo XXI. Y he ahí la disrupción: han descubierto que no sirve, plantean alternativas y pueden demostrar que las alternativas funcionan.

Estas son, por tanto y en mi humilde opinión, tres de las claves entrelazadas de esa revolución:

  • la revisión crítica de los fundamentos de la educación, y en especial de la metodología de enseñanza, a la vista de quién es hoy el aprendiz, cómo vive, cómo aprende y en qué mundo (y tiempo) le ha tocado vivir;
  • la revisión de los roles del docente y el aprendiz;
  • la conexión al servicio del aprendizaje y la conexión entre el colectivo de docentes para conocer, difundir y buscar apoyos.

Y, desde esta perspectiva, uno de los fenómenos fundamentales de esta «revolución» es el paso de la «provisión de servicios educativos» a la «creación de experiencias de aprendizaje».

Tradicionalmente, los docentes «damos» o «impartimos» clases a un grupo de estudiantes a quienes, siguiendo la rutina de las tres Ps (presentación de contenidos – práctica – prueba de evaluación), «damos explicaciones» y «transmitimos» conocimiento que ha de ser interiorizado y, posteriormente, reproducido. Sin embargo, esta secuencia – y la metáfora de la «provisión de servicios» que la sustenta – ha entrado en crisis: ni da los resultados deseados en términos de «rendimiento escolar» ni prepara a los estudiantes para un mundo complejo y sometido a cambios constantes, además de que el propio estudiante la rechaza como una secuencia ajena a su modo de vida.

Por el contrario, los docentes de la revolución centran sus esfuerzos en ofrecer a sus estudiantes «experiencias de aprendizaje» en las cuales se consideran los dos ejes que según Douglas Thomas y John Seely Brown definen la «nueva cultura de aprendizaje«: identidad y agencia. A partir de estas dos ideas, el docente (en concierto con sus estudiantes) plantea una experiencia memorable de aprendizaje para lo cual

  • se crea una «narración» y un «escenario» (en un proyecto como LIMASAT no somos profes y estudiantes, somos exploradores espaciales o investigadores);
  • se afrontan verbos más allá de memorizar o practicar: ser, hacer o disfrutar comparten presencia con aprender, y están en la base de este último;
  • se desbordan los límites del aprendizaje formal e informal, entrando en los terrenos de la educación expandida;
  • se plantean actuaciones que inciden en la identidad y la agencia:

Precisamente, estas fueron las claves de la ponencia que tuve la suerte de presentar el pasado sábado en el Instituto Cervantes de Bruselas. Cierto es que la reflexión se realiza en el ámbito de la enseñanza del español como lengua extranjera, pues este es el sentido de la institución que me invitaba y el objetivo de los asistentes al encuentro, pero creo que las ideas centrales de la ponencia se pueden extender a la educación general (obligatoria o superior). En todo caso, aquí os dejo la presentación por si queréis revisarla y, si os place, enviar algún comentario que enriquezca esta entrada.

Salud

Imagen: Girl making chemical experiments via Shutterstock

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