Biblioteca escolar, aprendizaje y nuevas alfabetizaciones

Recuerdo la biblioteca escolar del colegio donde estudié, hace muchos años ya. Era un lugar lleno de estanterías enormes para el tamaño de aquel niño que yo era y, curiosamente, en mi memoria no hay ningún espacio para la lectura: la biblioteca era, en realidad, un almacén de enciclopedias y libros antiguos, una auténtica «cápsula del tiempo» desvinculada de mi realidad en aquellos momentos.

Sin embargo, cuando ahora visito una biblioteca escolar encuentro una imagen radicalmente distinta. En muchos centros de Educación Infantil, Primaria y Secundaria la biblioteca es un espacio diseñado para las personas y no para los libros, con mesas para trabajar en grupo, cómodos sillones para disfrutar de la lectura, buena luz y un buen catálogo de recursos impresos y digitales, tanto libros y revistas como música u otros materiales audiovisuales. Es más, a esos agoreros de la escuela que gustan de usar la manida acusación de «una escuela del XIX para alumnado del XXI» yo les diría que, cuando quieran ver el cambio en una escuela, visiten las muchas bibliotecas escolares de calidad que tenemos en nuestro sistema educativo.

Esta transformación, por supuesto, no ha sido fruto de la improvisación o el azar. Tras todos estos cambios hay cientos de docentes-bibliotecarios y sus equipos directivos, que han sabido usar los escasos recursos de nuestros centros educativos para generar a partir de la biblioteca un auténtico «espacio común de aprendizaje», además de un importante movimiento institucional en las comunidades autónomas (unas más que otras) y el gobierno central (en algunas épocas más que otras) para promover la modernización de las bibliotecas. El resultado de este trabajo conjunto es hoy una magnífica red de bibliotecas escolares en todo el territorio nacional y, sobre todo, una cultura de biblioteca escolar realmente valiosa y que ya ha demostrado su madurez, resiliencia y sostenibilidad.

Precisamente ayer tuve la suerte de participar en el XII Reconocimiento a la Labor Bibliotecaria en la provincia de Málaga. Fue un acto organizado por la Delegación de Educación de Málaga y al cual asistieron más de 400 responsables de bibliotecas escolares para acompañar a los centros que fueron premiados en la modalidad «Biblioteca Escolar» y la modalidad «Fomento de la lectura». Creo que es importante que conozcas estos centros como referentes en relación con la gestión de sus bibliotecas escolares; no están todos los que son, como se suele decir, pero sí son buenos referentes aquellos que están en la siguiente lista:

  • Modalidad BIBLIOTECA ESCOLAR
    • CEIP Félix Rodríguez de la Fuente – Bobadilla Estación (Antequera)
    • CEIP Guadalhorce – Pizarra
    • IES Sierra de Yeguas – Sierra de Yeguas
    • IES Valle del Azahar – Cártama
  • Modalidad FOMENTO DE LA LECTURA
    • CEIP Los Ángeles – Málaga
    • CEIP Carmen de Burgos – Málaga
    • IES Mediterráneo – Málaga
    • IES Huelin – Málaga

Por mi parte, ayer tuve la suerte de poder participar en la jornada con algunas reflexiones sobre la relación entre las bibliotecas escolares y las nuevas alfabetizaciones, un tema que me interesa y me preocupa desde hace ya bastantes años.

Mi punto de partida es bien sencillo: frente a otras «ocurrencias», invertir en bibliotecas escolares es una garantía para el éxito escolar y el aprendizaje. Existen muchas evidencias del impacto en el aprendizaje de una biblioteca escolar bien gestionada, bien dotada de personal y de recursos y con autonomía y capacidad para definir su proyecto de biblioteca dentro del proyecto lingüístico y educativo del centro y en colaboración con la comunidad educativa y el entorno.

Impacto de la biblioteca escolar en el aprendizaje

En concreto, la biblioteca escolar es especialmente interesante por su capacidad de atender las necesidades específicas y personales de los estudiantes. La biblioteca escolar puede ser, en este sentido, tanto un espacio de personalización como de aprendizaje colaborativo o cooperativo, convirtiéndose así en un factor de primera categoría para la inclusión educativa: la biblioteca escolar, bien gestionada, contribuye al éxito escolar de todo el alumnado.

Para ello, en la biblioteca escolar se conjugan distintas líneas de actuación: la alfabetización (crítica), el acceso a los recursos y la participación en proyectos colaborativos diseñados entre la biblioteca escolar y el profesorado, la comunidad educativa o personas e instituciones del entorno del centro educativo. Con estas tres líneas las personas responsables de la biblioteca escolar y los centros educativos han acabado convirtiendo la biblioteca en el epicentro del aprendizaje, mucho más allá del servicio complementario o el almacén que era en mi época escolar infantil.

Además, este potencial de la biblioteca escolar se ve reforzado por la presencia de la tecnología entre sus paredes. La tecnología ha sido, sin lugar a dudas, un elemento disruptivo en la biblioteca pero no necesariamente negativo: ha servido para cuestionar la necesidad de disponer de buena parte del material impreso, que ahora puede estar en formato digital; ha permitido replantear el uso del espacio en la biblioteca, que ahora pertenece fundamentalmente a las personas; ha generado nuevas prácticas lectoras en la biblioteca, como la lectura en pantallas o el uso de recursos multimodales; y ha abierto las puertas a actividades diferentes a la lectura, o que insertan la lectura en un contexto más amplio como proyectos maker o de investigación.

Es en este contexto donde la biblioteca escolar no es solo el lugar de la lectura sino el entorno para el desarrollo de una alfabetización mediática e informacional enriquecida, como lo expone la UNESCO en su currículum para docentes en alfabetización mediática e informacional:

Partiendo de la premisa de que la biblioteca cuenta con personal cualificado, con recursos (impresos y digitales) suficientes y con proyectos que promueven la integración de la biblioteca en el currículum escolar y el aprendizaje extra-escolar, la biblioteca tiene, por tanto, todas las marcas para convertirse en un «espacio común de aprendizaje» (learning commons) y generar en el centro una auténtica «ecología de aprendizaje» basada en el diálogo y la tecnología como herramientas de construcción.

Intentado mostrar algunas posibilidades concretas de esta transición de la biblioteca escolar hacia un espacio común de aprendizaje mostré diversas experiencias de base tecnológica, tanto desde la perspectiva de un estudiante consumidor (vídeojuegos o escape rooms digitales) como desde una perspectiva prosumidora, con énfasis especial en la participación en proyectos integrados como los proyectos que recoge la web del Programa Profundiza, cuyas experiencias de aprendizaje ocurren con frecuencia en el espacio de la biblioteca escolar.

Desde la perspectiva de Conecta13 presenté nuestra web de Artefactos Digitales como ejemplo de productos que se pueden crear en la biblioteca escolar concebida como espacio común de aprendizaje. Así, los proyectos recogidos en Artefactos Digitales nos ofrecen desde la grabación de podcasts hasta el uso de tecnología para resolver problemas de la vida cotidiana, como nos mostraron las niñas y niños del Fantástico Güevejar.

En definitiva, la biblioteca escolar ha demostrado ser un espacio flexible, abierto y efectivo para satisfacer las necesidades de aprendizaje en el contexto escolar. Ahora nuestra tarea es decir en voz tan alta como sea posible que la biblioteca sí tiene un impacto demostrable en el aprendizaje y el desarrollo de nuestros estudiantes de tal forma que lo escuchen con claridad nuestros representantes políticos y destinen a las bibliotecas escolares los recursos humanos y materiales que estas necesitan.

Sin más, solo quisiera agradecer a los organizadores del evento, Inmaculada Clotilde Santos y Alberto Corpas, que pensaran en mí para la ponencia inaugural del mismo; por otro lado, vaya mi agradecimiento a todas las personas responsables de bibliotecas escolares de la provincia de Málaga y, por extensión, de toda Andalucía, que han sabido hacer de la biblioteca escolar un lugar cálido, útil y profundamente educativo, a veces haciendo de la escasez virtud y siempre demostrando su profesionalidad en las situaciones más variadas.


A continuación puedes encontrar algunas entradas sobre biblioteca, lectura y educación, por si quieres leer más sobre el tema:

Fotografía de pan xiaozhen en Unsplash

1 Comment

  • lordonezv dice:

    Las bibliotecas escolares deben ser el punto de encuentro de las comunidades con el mundo del conocimiento, si es que este último pretende algún dia ayudar al desarrollo y mejorar la calidad de vidad de esas comunidades.

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