Su última clase

Acaba de dar su última clase y me ha llamado. Sonreía, se le notaba en la voz. Se había despedido de sus estudiantes adultos y ellos se habían despedido de él. Rachid, Mariam, el ruso cuyo nombre no recuerdo y todos los demás le dijeron adiós en el mismo español que él les enseñaba. Le dieron la mano, un abrazo, un buen par de besos y le vieron marcharse. Y entonces me llamó.

Me ha dicho que soy la primera persona con la cual habla después de dar su última clase. Me llama para invitarme a comernos unas sardinas y un arroz, unas cervezas con seguridad, un buen vino quizás. Poca gente, solo sus amigos y quienes le hemos acompañado a lo largo de su vida profesional, que ha sido larga y provechosa. Será una fiesta discreta, porque él es así, pero seguro que divertida, relajada, plena de emociones positivas: él también es así.

Aquel niño de Ceuta, que estudió en la facultad donde yo trabajo ahora, empezó dando clases en la ciudad donde más combate el viento de Levante. Hace poco coincidí con algunos compañeros y compañeras suyas de aquel colegio de Tarifa. Hablaban de él y sonreían: ¡qué hermoso es que la gente piense en ti y se le alegre la mirada! Pero además de risas, allí, en Tarifa, hace cuarenta años, ya había dedicación, proyectos y escuela innovadora: Freinet, Montessori, Giner y muchos otros ya habían sembrado esa semilla y había gente dispuesta a hacerla brotar para construir así nuestra Transición educativa de una escuela horrenda a una escuela hermosa.

Después de Tarifa recorrió muchos centros: no le gustaba permanecer en el mismo sitio más del tiempo necesario. Tiene alma de easy rider, y también la chupa de cuero… Yo le conocí, el no se acordará, en el CEIP El Tejar. Allí ya tenía el virus de la interculturalidad corriéndole por las venas libremente y como profesor de ATAL movilizaba a su centro para que todos se sintieran bienvenidos y bien tratados: así es la Escuela Pública, una escuela de todos y para todos, y así lo siente y lo vive también él.

Esa misma esencia fue la que llevó al CEP de Marbella-Coín, donde llegó con la sabiduría que te dan el tiempo y la experiencia pero también con el arrojo de ser una persona valiente y libre. Esos años aprendimos mucho. Han sido los años de la interculturalidad, sí, pero también de las competencias básicas, el Proyecto Lingüístico de Centro, las TIC (y el EABE11 de Casares), los lipdubs y muchos otros temas en los que tuve la suerte de encontrarle para aprender de él.

Y tras el CEP, un nuevo reto, el último reto profesional: la educación de adultos. Era su último destino, pensaba aprovecharlo y así ha sido: hoy me ha reconocido que si un maestro siempre aprende de sus alumnos, de quien más ha aprendido él ha sido de sus jóvenes alumnas y alumnos de setenta años en estas sus últimas clases.

En fin, hay muchas cosas que pudiera contaros de él. Podría hablaros de su colección de sombreros, de su lealtad a los amigos, de la boda escocesa de su hijo, de sus muchas aventuras viajeras, de su caravana y, sobre todo, de Piluca, sí, sobre todo podría hablaros de su amor por Piluca.

Pero, ¿sabéis qué? No voy a contaros nada más porque en realidad escribo esta breve nota emocionado porque mi amigo Benjamín, el TICtiritero, me ha honrado con la primera llamada de su primera hora como maestro jubilado. Yo solo quiero decirle que no olvidaré jamás ese detalle y que, lo siento amigo, no he podido evitar ponerme a escribir para desearte lo mejor en tu nueva vida.

Eso sí, no puedo dejar de hacer una última reflexión: Benjamín es uno más de los muchos maestros que se jubilan cada día en silencio, sin ninguna fanfarria y sin que nadie vaya a despedirles – aunque su centro quería hacerlo – o a reconocerles los méritos. En realidad, no lo necesitan: un auténtico maestro, y Benjamín siempre lo ha sido, solo vive pensando en haber enseñado lo mejor posible hasta el último momento y su única recompensa es el adiós y el abrazo del último alumno que salga por la puerta de su clase. Esa es nuestra medalla, ese es nuestro trofeo.

Benjamín, te queremos. Benjamín, te quiero.

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EABE11 (Casares): foto de familia

2 Comments

  • Hola Fernando: Leo tu post y mando desde aquí un enorme abrazo al amigo Benjamin (TICtiritero) desaparecido en esto de las redes desde hace tiempo y del que no sabía nada. Me alegro saber que está más que bien,
    Con él viví momentos muy importantes en mi vida profesional. Recuerdo cuando me llamó para coordinar una mesa de trabajo en las III JORNADAS REGIONALES DEL PROFESORADO DE ATAL (2011) organizadas por el CEP de Marbella-Coin .Me recogió en la estación de Málaga y recorrimos en su coche el camino hasta el CEP , esos días nos «desvirtualizamos» y charlamos de lo que tú escribes :
    » Esos años aprendimos mucho. Han sido los años de la interculturalidad, sí, pero también de las competencias básicas, el Proyecto Lingüístico de Centro, las TIC (y el EABE11 de Casares), los lipdubs y muchos otros temas en los que tuve la suerte de encontrarle para aprender de él.»

    Que buenos recuerdos !!Un enorme abrazo amigo!!.

    • ftsaez dice:

      Querido amigo:

      Leo tu comentario con algunos días de retraso y te pido disculpas por publicarlo también algunos días más tarde.

      Realmente estos últimos años han sido muy emocionantes: hemos conseguido crear una comunidad en la Red que además, en el caso de Andalucía, se ha visto fortalecida por muchos encuentros presenciales, en los que nos hemos conocido cara a cara (es decir, cuerpo a cuerpo, con más cercanía). En estos años hemos trabado amistades y complicidades y creo, con toda humildad, que hemos prestado un buen servicio a la causa de la educación y, por extensión, a la construcción de una sociedad mejor. Eso sí, mi sensación de éxito o de fracaso en ambos empeños depende del momento del día en el que me encuentre, como imagino que nos pasará a muchos. En todo caso, si hemos fracasado no ha sido por falta de ganas, de empeño o de buena voluntad.

      Sea como sea, me alegro mucho, enormemente, de que hayamos coincidido por el camino tantas buenas personas y que hoy pueda llamaros sin ningún tipo de duda mis amigas y mis amigos.

      Un abrazo

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