#NuevoCurrículo: propuestas para un currículo del siglo XXI

El Ministerio de Educación y Formación Profesional está elaborando un nuevo currículo como consecuencia de los cambios generados por la LOMLOE, cambios que ya comentamos aquí en su momento. Es este, sin duda, un momento importante porque de las conclusiones de este trabajo dependerá el devenir en los próximos años del sistema educativo y de una generación de jóvenes que no sólo esperan sino necesitan este nuevo currículo, e incluso diría que una nueva educación.

Además de las prescriptivas consultas a las Comunidades Autónomas, el Consejo Escolar del Estado y otras instituciones, el Ministerio ha abierto dos canales para la participación de la comunidad educativa: unos foros de participación para equipos directivos y profesorado (del 20 al 28 de abril de 2021) y un cuestionario sobre los temas centrales de estos Foros, en el cual te animo a participar.

Por mi parte, he tenido la suerte de participar como moderador en el primero de los Foros. Esto me ha permitido conocer a un grupo de ponentes y centros de altísima calidad, una buena representación de nuestro profesorado y nuestros equipos directivos: Paz, Paulo, Ander, Leticia y Floribel, Polen, José Ramón, Coral, Ricardo y Adela. Vaya para ellos todo mi reconocimiento y mi agradecimiento, no sólo por su participación en el Foro sino por haber pensado con sus centros, en reuniones y claustros extraordinarios, cuáles debían ser las aportaciones que ofrecerían más tarde en el Foro.

En los próximos días traeré a este blog algunas de esas aportaciones pero hoy me gustaría arrancar con las palabras que usé para abrir el Foro, a modo de presentación de esas futuras entradas sobre las ideas de los centros educativos para el #NuevoCurrículo. Además, al final del texto podéis encontrar el vídeo con el Foro del 20 de abril de 2021, titulado «La transformación curricular en el centro del debate: ¿Qué necesitan los centros educativos del nuevo currículo?«

«Estimada Sra. Ministra y estimado Sr. Secretario de Estado de Educación:

Permítanme comenzar dándoles las gracias. Obviamente, les agradezco la oportunidad de participar en este Foro y de aprender junto a las y los ponentes que tenemos en el Foro en el día de hoy. Creo que esta será una experiencia memorable de aprendizaje para toda la comunidad educativa, y también para el Ministerio de Educación y Formación Profesional.

Pero también quiero darles de manera especial las gracias por la valentía de organizar estos foros que hoy comienzan. Son foros necesarios profesional, ética y estéticamente.

Son necesarios profesionalmente porque es necesario hacer repensar el mito de los niveles de concreción.

Sólo existe un currículo y es aquel que se encarna en las relaciones y las actuaciones que tienen lugar en todos y cada uno de nuestros centros educativos.

Todo lo demás no son más que la manifestación de un deseo, en el mejor de los casos, y los deseos, como todos sabemos, a veces se cumplen y a veces no.

La pregunta que subyace a la celebración de estos Foros es, en mi opinión, ésta precisamente: ¿cómo hacer que los deseos que escribamos en el nuevo marco curricular derivado de la LOMLOE se hagan realidad en los centros y en las vidas de todo nuestro alumnado?

Pues bien, para empezar, nuestra historia ha demostrado que ni la propuesta curricular ni los decretos de enseñanzas mínimas pueden ser redactados exclusivamente desde una perspectiva tecnocrática.

Por otro lado, el currículo de nuestro país no puede venir ni de la OCDE ni del Banco Mundial. Ni tampoco podemos caer en el error de los cantos de sirenas de la transferencia del currículo portugués, finlandés, polaco o de ninguna otra parte del mundo.

Permítame que explique por qué, aunque de partida asumo que lo hago sabiendo que bien puedo estar equivocado y que doctores tiene el Ministerio que seguro que sabrán corregirme.

En mi opinión, ya sabemos que en nuestro país, y particularmente en educación, cualquier innovación radical está abocada al fracaso. ¿Quiere esto decir que estamos abocado al convencionalismo o a la tradición? En absoluto, pues frente a la innovación radical encontramos la innovación incremental, la que avanza paso a paso, cada día. Es decir, si los siguientes pasos que dé su Ministerio no están anclados en las prácticas existentes en nuestros centros educativos, sus propuestas fracasarán, como tantas antes han fracasado, mientras que si se vinculan de manera efectiva a aquello positivo que ya está en marcha en los centros, entonces el nuevo currículo tiene esperanzas de éxito.

No miren ustedes a Finlandia, Sra. Ministra y Sr. Secretario de Estado. Miren ustedes la educación basada en competencias de Cataluña, el desarrollo de los ámbitos de la Comunidad Valenciana, la educación lingüística y los planes de lectura andaluces, la apuesta por el software libre educativo de Extremadura, la red de formación del profesorado gallega, los contratos-programa asturianos o la modélica formación profesional vasca, entre muchas otras iniciativas. Ahí verán la conclusión que da sentido a estos Foros: ha llegado el momento del currículo pensado y elaborado por docentes.

Miren lo bueno que se ha hecho en nuestros territorios, analicen por qué han tenido éxito y pregunten a los centros cómo han desarrollado en sus aulas y en sus pasillos cada una de estas propuestas.

La clave del currículo de la LOMLOE no está ni lejos ni fuera sino aquí, entre nosotros.

Por eso la escucha a los docentes es una necesidad ética y estética. Sra. Ministra y Sr. Secretario de Estado, el 14 de marzo de 2020 todos confiamos en nuestros centros educativos para que hicieran efectiva su autonomía y levantaran de la nada un nuevo sistema educativo, que ya no era presencial sino a distancia. Les pedimos lo imposible y lo hicieron. Nadie dice que no se cometieran errores; era imposible no cometerlos. Pero los centros estuvieron ahí. Movilizaron sus recursos, atendieron a su alumnado y pusieron en juego toda su profesionalidad para hacer lo inimaginable: darle la vuelta a la escuela para que la educación no ocurriera dentro del aula sino en las habitaciones, las cocinas y los salones de los domicilios de nuestros estudiantes.

Por esa razón, en cierto modo el Ministerio de Educación y Formación Profesional y las Consejerías de Educación están en deuda con su profesorado. Es, como le he dicho, una deuda moral y profesional.

Este foro es, por tanto, el primer paso en el acto de reconciliación y resarcimiento del Ministerio con el profesorado.

Sobre nuestro profesorado se ha dicho en demasiadas ocasiones que no está preparado, que no hace lo que debe o muchas otras injusticias. Sin embargo, en nuestro país, a pesar de lo que a veces dicen nuestros medios de comunicación, tenemos la generación de profesorado más cualificada de nuestra historia, entregado a su labor sin heroicidades ni dramatismos y es hora de que se le de voz y agencia para que tomen la palabra.

Por eso si el Ministerio está elaborando una nueva propuesta curricular y un nuevo decreto de enseñanzas mínimas, este tiene que pasar por las manos y las mentes del profesorado. No hay otro camino. Este es el camino. Demos ahora un paso en ese camino.»