Carisma internacional: el profesorado de las aulas de lengua y cultura españolas (ALCE) en Suiza y Austria

Berna es, según me cuentan quienes llevan en Suiza muchos años, la ciudad más amable y bonita del país. Realmente en los días que he estado aquí he podido admirar la elegancia de su casco histórico, el ritmo tranquilo de sus calles, el verde de su entorno y la belleza de su río. Más que en la capital del país, Berna nos hace sentir que paseamos por una plácida ciudad en la cual el tiempo no fluye con la aceleración de las grandes ciudades.

En este idílico entorno he tenido la suerte de participar en las IV Jornadas de formación para profesorado de ALCE (aulas de lengua y cultura española) en Suiza y Austria y os puedo asegurar que han sido para mí unas jornadas excepcionales: en primer lugar, he tenido la ocasión de conocer a todo el profesorado de las aulas de lengua y cultura española en Suiza y Austria sin excepción así como a las direcciones de las aulas, compartiendo con ellos dos días de trabajo y conversaciones en las cuales he aprendido mucho sobre sus vidas y su trabajo; en segundo lugar, ha sido un honor conocer al personal de la Embajada de España en Suiza: la Sra. Embajadora Dª Celsa Nuño, el Ministro Consejero de la Embajada D. Francisco de Miguel Álvarez, el Consejero de la Embajada D. Fernando Jiménez Cabello de los Cobos, el Consejero de Educación en Suiza y Austria D. Antonio Serrano González, la Consejera de Trabajo Dª Mercedes Martínez, el Secretario General de la Consejería de Educación en Suiza y Austria D. Juan José Lillo y mis queridas amigas Belén Álvarez García y Eva Lample, asesoras técnicas de la Consejería de Educación en Suiza y Austria respectivamente. A todos ellos quedo muy agradecido por su amabilidad, cordialidad y cariño hacia mi persona.

Además, las Jornadas han supuesto para mí la necesidad de revisar, actualizar y crear nuevo material para responder a la pregunta fundamental que me planteaba la Consejería de Educación en Suiza y Austria: ¿cómo podemos diseñar situaciones memorables de aprendizaje en el contexto de las ALCE? Es cierto que conozco desde hace años qué significa trabajar en una ALCE (además de otros encuentros, mi primera visita a Berna tuvo lugar hace ya justo veinte años para presentar una ponencia al profesorado de ALCE que entonces trabajaba aquí), pero estas jornadas me ofrecían la oportunidad de ir más allá de una simple ponencia expositiva. Como ponente único de las Jornadas, han sido ocho horas de taller para poder profundizar en el diseño de situaciones de aprendizaje con el profesorado ALCE: todo un compromiso y un gran reto, como os contaré a continuación.

Las Aulas de Lengua y Cultura Española representan un valioso recurso para el aprendizaje del español como lengua de herencia. Las ALCE atienden a alumnado con nacionalidad española o a hijos e hijas de personas con nacionalidad española entre los siete y los dieciocho años de edad. Este alumnado recibe clases de lengua y cultura española tanto en modalidad presencial (al menos el 50% de las horas) como en modalidad en línea de manera coordinada. De esta manera, las hijas e hijos de personas españolas en el extranjero pueden adquirir y certificar su competencia comunicativa en español, ofreciéndose desde el nivel A1 hasta el C1. En total, el Ministerio de Educación y Formación Profesional tiene más de 350 aulas de este tipo en el mundo; Suiza, para hacer más excepcional estas Jornadas, es el país con más aulas disponibles en el mundo.

Estas aulas se rigen por una normativa específica: la Orden EDU/3122/2010 de 23 de noviembre, por la que se regulan las enseñanzas complementarias de lengua y cultura españolas para alumnos españoles residentes en el exterior y se establece el currículo de las mismas; la Resolución de 6 de marzo de 2023, de la Secretaría de Estado de Educación por la que se dictan instrucciones para regular la organización y funcionamiento de las enseñanzas complementarias de lengua y cultura españolas para el alumnado español residente en el exterior; y las Instrucciones operativas de la Unidad de Acción Educativa Exterior para complementar la Resolución de 6 de marzo de 2023. Además, para su funcionamiento, las ALCE cuentan con el apoyo de la Unidad de Acción Educativa Exterior del Ministerio de Educación y Formación Profesional; sobre el terreno las ALCE cuentan con el apoyo de la Consejería de Educación y la figura de un asesor o asesora técnica.

Por su parte, el profesorado de las ALCE tiene un catálogo de responsabilidades bien interesante y extenso: además de la docencia presencial y en línea (con un mínimo de veintiuna horas de clases presenciales y treinta horas de presencia en las aulas y sedes de las agrupaciones), el profesorado de ALCE es responsable de la atención al alumnado y sus familias, con quienes mantienen reuniones frecuentes (y no exentas de exigencia y compromiso por parte de las familias, según me han contado); el desarrollo de actividades complementarias, extraescolares e interculturales; la elaboración de material didáctico o pruebas de nivel; la corrección de pruebas finales de nivel; la colaboración en la elaboración del plan anual y de la memoria de actividades; la participación en reuniones de grupos de trabajo u otras modalidades de formación convocadas por la Consejería y, por supuesto, la inevitable burocracia que rodea hoy cualquier trabajo docente, especialmente elaborada si éste se desarrolla en un país extranjero.

El contacto con las compañeras y compañeros docentes de las ALCE me ha permitido comprender la complejidad y la dificultad de su tarea. Además de resolver las cuestiones logísticas a la llegada al país (alojamiento, documentación, aclimatación e integración en una nueva ciudad y un nuevo país), muchos docentes me comentaban que el mayor reto que afrontan es la enseñanza de una lengua de manera complementaria a las lenguas del currículo escolar, en muchos casos en aulas heterogéneas y en bastantes casos sin el apoyo de un contexto (familiar o social) necesariamente hispanohablante.

Junto a la Consejería de Educación en Suiza y Austria elaboramos para estas Jorndas un plan de trabajo en torno a seis ideas fundamentales: en primer lugar, como siempre en todas las propuestas de Conecta13, la idea de comunidad de práctica y la importancia del trabajo colaborativo y la comunicación entre el profesorado; por otro lado, las claves del diseño de proyectos y tareas para poder ofrecer al alumnado situaciones memorables de aprendizaje; en tercer lugar, las aportaciones del aprendizaje basado en el juego, especialmente con juegos de mesa, a la enseñanza y aprendizaje de lenguas; en cuarto lugar, las claves del DUA válidas para la enseñanza de idiomas (básicamente en su relación con el input y el output comprensible); en quinto lugar, una reflexión sobre la lectura y la escritura desde la idea del mapa de géneros; y, finalmente, la importancia de los paisajes lingüísticos y el mapeo de activos de aprendizaje para la prescripción por parte del profesorado de oportunidades y recursos para la apropiación lingüística.

Este ambicioso programa, que ha supuesto bastantes horas de feliz preparación por mi parte, solo podía desarrollarse contando con un ingrediente especial y necesario: la participación activa y entusiasta del profesorado de las ALCE, con la cual yo ya contaba a priori gracias a diversas experiencias previas con este profesorado. Tras dos días de intenso trabajo, ouedo garantizaros que así ha sido.

Es más, el profesorado de las ALCE que he conocido a lo largo de mi vida (como también ocurre con el profesorado del Instituto Cervantes, que comparte muchos rasgos con las ALCE) es un auténtico tesoro que tiene la educación española en el extranjero y, en mi opinión, representa la excelencia en nuestra profesión: es un profesorado en su madurez profesional, experimentado y conocedor de distintos contextos educativos nacionales e internacionales (ciudades como Manila, Roma, Rabat o Cracovia, entre otras, han aparecido en nuestras conversaciones en Berna) y presta su servicio en el extranjero tras superar diversas pruebas exigentes y competitivas, aunque con mucha frecuencia trabajan con recursos limitados y en condiciones retadoras. Podéis creerme cuando os digo que son la joya de la corona de la educación española y los mejores embajadores que nuestro país podría tener para dar a conocer quiénes somos y quiénes queremos ser en el futuro.

La primera acepción de la palabra “carisma” en el Diccionario de la Real Academia Española es “especial capacidad de algunas personas para atraer o fascinar”. Reconozco que siento fascinación por estos docentes que eligen desarrollar su profesión en el extranjero, sea en ALCE, en Cervantes o en cualquier otra institución internacional dedicada a la educación. Representan para mí un perfil docente aventurero, valiente y deseoso de vivir su vida profesional (y personal) como una experiencia realmente memorable. Tienen, todas ellas y ellos, mi admiración, mi respeto y mi cariño.

Espero, con toda humildad, haber sido útil al profesorado de ALCE de Suiza y Austria, si no con los contenidos de mi taller al menos con mi voluntad explícita de promover el encuentro y la creación de una comunidad de práctica que los fortalezca y les sirva de apoyo tanto en los días complicados como en los más felices. ¡Ánimo y suerte en vuestra tarea!


Agradezco a la Consejería de Educación en Suiza y Austria del Ministerio de Educación y Formación Profesional del Gobierno de España la invitación a participar como ponente en estas IV Jornadas de Formación para profesorado de ALCE en Suiza y Austria. Por supuesto, agradezco muy especialmente al Consejero D. Antonio Serrano y a Belén Álvarez, asesora técnica de la Consejería, su cariño y amabilidad antes, durante y después de las Jornadas.

Fotografía de Andreas Fischinger en Unsplash

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