«Aprendizaje Digital: retos y oportunidades»: clausura de #EskolaDigitala2
Me gustan los encuentros de docentes organizados por docentes. Necesitamos tener momentos en los cuales compartir nuestras preocupaciones e intereses y en los cuales mostrar qué estamos haciendo sometiéndolo al buen juicio de nuestros compañeros y compañeras para así seguir aprendiendo todos juntos.
Ayer, día 28 de enero, tuve la suerte de poder participar en el segundo encuentro de Eskola Digitala. Para explicaros en qué consiste este encuentro, nada mejor que las palabras de los propios organizadores:
El objetivo de estos encuentros organizados por el Foro Euskal Eskola Publikoa Gaur, Bihar que formamos las asociaciones BIHE, EHIGE y SAREAN, es reflexionar sobre el recorrido hacia la digitalización que debe realizar la Escuela Pública Vasca, y a su vez, dar continuidad a los primeros encuentros celebrados el año pasado. Tenemos claro que la Escuela Pública Vasca debe hacer su propia reflexión en este tema fundamental. Algunos centros educativos ya habéis iniciado ese camino, otros estáis dándole inicio y hay también quien necesita un último empujón. El objetivo de estas jornadas es apoyaros en ese recorrido. Queremos ser el lugar de encuentro de responsables educativos, equipos directivos, dinamizadores/as TIC, madres y padres, asesoras y asesores, empresas, etcétera.
El encuentro se ha celebrado en Durango durante los días 27 y 28 de enero y han asistido más de 250 personas, la mayoría docentes y miembros de equipos directivos pero también había una amplia presencia de personas de la Administración educativa y de empresas del sector, tanto TIC como editorial.
En este contexto los organizadores me encargaron una ponencia con el título de «Aprendizaje Digital: retos y oportunidades». Esta invitación me ha permitido reflexionar en voz alta sobre dos de los temas que más me interesan: por un lado, la relación entre la apropiación que hacen los individuos de la tecnología en contextos sociales cotidianos y cómo podemos aprovechar esta inercia para utilizar las TIC para el aprendizaje; por otro lado, el uso que hacen los individuos de la tecnología para hacer cosas y cómo ese puede ser el punto de partida para el Aprendizaje basado en Proyectos.
La primera idea está vinculada con el contexto de apropiación de la tecnología. Nuestros estudiantes (como nosotros) se adueñan de la tecnología en contextos cercanos, en compañía de otras personas de su entorno personal de aprendizaje y a través de prácticas sociales cotidianas. En este sentido es importante, por un lado, observar cómo es esa apropiación y cuánto tiene de extraño el proceso de acercamiento a la tecnología que proponemos en la escuela, descontextualizado, con máquinas que se alejan en muchos casos de las que ellos utilizan normalmente y que no cumplen con sus estándares de calidad: movilidad, ubicuidad, ausencia de «errores», instantaneidad en el arranque y velocidad en el funcionamiento, etc.
En línea con esta idea, desde hace algún tiempo planteo la necesidad de considerar la brecha digital (o las múltiples brechas) que se está abriendo en la escuela entre el profesorado early adopter, que asumen cierto rol de líderes tecnológicos, y quienes se resisten a la incorporación de la tecnología. Ante esta situación creo que la clave no es recriminar a los segundos su falta de voluntad, ni tampoco incidir primero en cómo usar la tecnología profesionalmente en el aula; por el contrario, creo que podríamos plantear una secuencia que comience por el uso personal de la tecnología por parte del docente en sus prácticas sociales cotidianas, pase en segundo lugar por el uso de la tecnología para la comunicación, la coordinación, la curación de contenidos y la gestión dentro del centro educativo y llegue entonces, finalmente, al uso en el aula. Apropiarse de la tecnología es un proceso de aprendizaje y pensar que es instantáneo, que no genera resistencias y que estas se solucionan con un curso o dos es, simplemente, absurdo: necesitamos planteamientos más globales y comprensivos de toda la realidad tecnológica del profesorado (disponibilidad de dispositivos en sus domicilios, prácticas sociales, existencia de mediadores tecnológicos, etc.).
Por otro lado, en la ponencia planteaba que nuestros estudiantes se acercan a la tecnología con la intención de hacer cosas. Desde la mirada adulta se interpreta con frecuencia su uso de los dispositivos como mero consumo pero la realidad está más cercana a acercamientos de prosumidor o de consumidor-productor-difusor en los cuales, además, los límites entre una acción y otra son bastante difusos.
Esta idea puede ser aprovechada para seguir enfatizando el valor del ABP digital: el aprendizaje basado en proyectos que conduce a la elaboración de artefactos digitales como producto final del proyecto. Así, debajo del paraguas del ABP se recogen propuestas de cambio en diversos momentos de la secuencia de enseñanza y aprendizaje que pueden ser interesantes para refrescar nuestra práctica: motivar para que la participación en el proyecto resulte interesante y el alumnado se implique; ofrecer un desafío que de sentido al proyecto, ya sea en forma de pregunta guía (la driving question del modelo clásico del ABP), de problema o de reto; promover la curación de contenidos como actividad de lectura de la información para afrontar el desafío; aspirar a un producto final ajustado al desafío propuesto; difundir toda la tarea realizada para contribuir al conocimiento colectivo y dar a conocer nuestro trabajo; o, de manera transversal durante todo el proyecto, evaluar como manera de obtener datos para tomar decisiones que nos permitan ayudar a nuestros estudiantes, mejorar nuestra práctica y afinar nuestro proyecto educativo.
Por último, mi ponencia acaba con una llamada a la educación (digital) como proyecto de estado. Quizás una de las lecciones más importantes en mi reciente viaje a Colombia tiene relación con esta idea. Sorprendido porque el programa Computadores para educar cumpliera 15 años y que ningún gobierno hubiera sentido la tentación de eliminarlo, la respuesta de las compañeras y compañeros colombianos fue bien clara y tajante: Computadores para educar es un proyecto de estado, no un proyecto de gobierno. Francamente, sentí una enorme envidia porque me gustaría que esto ocurriera en España, y no ocurre. No existe aquí, ni en el Estado nacional ni en las Autonomías, que tienen transferida la competencia en Educación y, por tanto, también podrían ensayarlo, nada parecido a un proyecto de estado en materia educativa, y mucho menos en relación con Educación Digital, y deberíamos tenerlo por el bien de todos.
Sin embargo, mi invocación no es a los políticos, que tendrán que hacer su trabajo pero en los cuales no deposito mi confianza en el actual estado de la cuestión. Por el contrario, me permití la licencia de acabar mi ponencia invocando a los docentes como líderes ciudadanos capaces de crear conciencia colectiva sobre la importancia de la Educación y la necesidad de ese proyecto de estado. Es más, me atreví a proponer dos vías para la construcción de ese liderazgo ciudadano: necesitamos docentes empoderados y docentes conectados. Cuando confiemos en nuestras posibilidades y nuestras fortalezas y cuando usemos las redes sociales, y también encuentros comoEskola Digitala o los EABE, Novadors o Aulablogs, para conectarnos, entonces se oirá la voz de la Educación por fin en nuestro país. Hasta entonces es probable que tengamos que seguir navegando entre la precariedad y los cambios sometidos a las veleidades de la política y sus intereses (de mercado).
En todo caso, si te interesa saber qué conté, aquí te dejo el vídeo de la jornada, grabado por Josi Sierra. Te recomiendo que eches un vistazo a toda la jornada, que fue bien interesante, y en ella podrás encontrar también mi ponencia en el encuentro, que inserto a continuación:
Si quieres revisar la ponencia, aquí la tienes a tu disposición. Como siempre, tus comentarios son bienvenidos.
Muchas gracias Fernando por tu generosidad. Totalmente de acuerdo con tu propuesta de implementación, partiendo desde el PLE del propio docente, hasta finalmente llegar al aula. Tengo algunas experiencias en este sentido que corroboran tu sentir. Un abrazo
¡Gracias por la atención, Esteban!
Estoy de acuerdo en la secuencia que dices para iniciar al profesorado en el uso de la tecnología, porque no se puede pretender (y creo que ese ha sido uno de los fallos cometidos) que un docente que nunca la ha utilizado la ponga en práctica en su aula. Sin embargo, el primer paso que sugieres (que se inicien en el uso de la tecnología a nivel personal), aunque sería lo deseable, no creo que sea efectivo porque, quizá, no sea una necesidad del profesorado y, probablemente, redundaríamos en la idea de «introducción artifcial de la tecnología». Yo empezaría con el uso de la tecnología para la gestión del trabajo docente, desde comunicaciones entre profesorado hasta gestión de aula y tutoría. Me da la sensación que esto es, además, una demanda del profesorado.
Gracias, Manolo, por tu comentario. En realidad me cuesta creer que hoy en día alguien no tenga necesidad de las TIC en su vida personal. Muchas personas mayores consultan Facebook y usan WhatsApp de manera regular y todo ha dependido de dos cosas: disponer de un teléfono o tableta que sea fácil de usar y de una utilidad para ambas aplicaciones, sea esta contactar con los hijos si estos viven en otra ciudad o contactar con amigos y grupos de Facebook con los que comparten afinidades. Por eso sigo pensando que tenemos que saber más (y dinamizar mejor) sobre el uso personal que hace el profesorado de las TIC. En todo caso, ambos coincidimos en la importancia de la gestión, como podrás comprobar en mi presentación y en el vídeo de la ponencia.
De nuevo, gracias por tu comentario, que me ayuda a seguir pensando y aprendiendo.
Fernando, Genial tu presentación!!! Muchas gracias por compartir con todos tu saber y tu saber hacer!!! En el siglo XXI no podemos permitirnos dejar de utilizar las nuevas tecnologías para el aprendizaje, pero en mi opinión son simplemente las herramientas que nos facilitan la ejecución de proyectos que van más allá de la creación de artefactos digitales. Seguimos conectados! Abrazos
Enhorabuena Fernando, sigo tu trabajo desde hace poco tiempo y comparto tus conclusiones (no todas). Me he permitido «copiar» algunas de tus ideas, espero que no te importe.
Genial esa «chispa» irónica que introduces en tus discursos.
A ver si es verdad e incluyen la digifrenia en el DSM-V.
Estupendo, Felipe, me alegro de que compartas algunas de mis conclusiones, y de que no sean todas, pues eso nos permite seguir dialogando. Ya me dirás donde has «copiado» algunas de mis ideas, si las has puesto en funcionamiento en un cole o algo así: ya sabes que compartir es vivir.
Saludos
Fernando,
Espero que se me haya pegado este acento sureño tuyo para decirte: «¡Qué grande eres, tío!»
Me ha gustado mucho tu ponencia. Le daba vueltas cómo conseguir que mis compañeras y yo nos convirtamos en comunidad de aprendizaje y me parece que tu comunicación puede servir de metáfora. Tengo que conseguir que las reunions nuestras sean experiencias memorables de aprendizaje y no simulacros. Y fíjate, tu. Tenemos la solución en casa: reflexionando lo que hago en el aula y preguntándome cómo actúo yo como ciudadano ante tales circunstancias. Me parece que nos invitas que introduzcamos el aprendizaje informal en el aula.
De momento, repasaré las diapositivias. Tengo que mirar cómo adaptamos los tres retos que planteas y cómo consigo que compartamos más. Tal vez la clave esté si nos animáramos a impulsar una práctica reflexiva de nuestra docencia.
¡Gracias y un abrazo muy fuerte!
Gracias, Jaume, por la atención y por tu reflexión. ¡Será muy interesante ver cómo dais vida a algunas de las ideas que me atreví a proponer en #EskolaDigitala!