Proyectos Lingüísticos de Centro: un monográfico de Cuadernos de Pedagogía

Alcanzada la casi plena alfabetización de la ciudadanía, es preciso ahora formar al alumnado en una competencia lingüística compleja, que le permita moverse en la era de la globalización y la digitalización. Los proyectos lingüísticos de centro articulan todos los recursos y posibilidades que tienen una escuela o un instituto para desarrollar de manera eficaz la competencia lingüística, entendida esta de manera global, en contextos formales e informales, poniendo en juego diversos textos, formatos, soportes y canales. Porque se trata de mucho más que del aprendizaje de un simple código.

Así arranca el monográfico de julio y agosto que la revista Cuadernos de Pedagogía acaba de publicar. Se abren así cien páginas dedicadas al estudio, análisis y descripción de Proyectos Lingüísticos de Centro en las cuales ha estado trabajando, desde el mes de noviembre de 2014, un grupo amplio y variado de profesionales que he tenido el placer de coordinar. El resultado representa, en mi opinión, la publicación más importante sobre Proyectos Lingüísticos de Centro desde el monográfico de 1997 de la revista Textos y la constatación definitiva de que los PLC suponen una estrategia global factible, acertada y válida para el desarrollo de la competencia en comunicación lingüística.

Tras el editorial de Lourdes Martí, directora de Cuadernos de Pedagogía, el monográfico está dividido en cinco secciones. La primera plantea el sentido de los Proyectos Lingüísticos de Centro en el contexto educativo actual y se titula «Un abordaje global de la competencia lingüística«. Este artículo, que sirve de introducción para el monográfico, plantea la idea de una competencia comunicativa en tres planos y el PLC como respuesta a esta triple necesidad de desarrollo de la competencia en comunicación lingüística:

Un centro es una concentración de recursos y posibilidades educativas. Un Proyecto Lingüístico de Centro es la organización de los recursos y las posibilidades de un centro educativo para el desarrollo eficaz de la competencia en comunicación lingüística.

Tras este artículo introductorio, la primera sección intenta sentar las bases para articular un PLC. Así, Manuel Romero y Ester Trigo escriben un artículo titulado «Herramientas para el éxito«, especialmente centrado en la L1 de los estudiantes y con una atención especial al tránsito de Primaria a Secundaria. Neus Lorenzo firma el artículo «Mejorar la comunicación para vivir y convivir en el mundo real», donde el foco es el PLC en las comunidades bilingües apuntando hacia el plurilingüismo como meta. A continuación, el tercer artículo de esta sección lo firma José Blas García-Pérez y se titula «Un factor clave para la inclusión»: no se puede hablar de un centro que esté trabajando de manera eficaz si el eje de su proyecto educativo (y, por tanto, de su PLC) no es la inclusión y la atención a la diversidad, y en este artículo José Blas desgrana cómo podemos traer la equidad desde la periferia hasta el corazón de un centro educativo. Seguimos con «Tender puentes entre lenguas y culturas» artículo firmado por Olga Esteve y Encarna Atienza con la atención puesta en el aprendizaje de lenguas extranjeras y el desarrollo del plurilingüismo. Y, finalmente, la sección se cierra con dos artículos centrados en actividades comunicativas: Miguel Calvillo escribe «Diez principios para evaluar la lectura» y Santiago Fabregat y Pilar Torres se centran en la oralidad en su artículo «Hablar y escuchar más para aprender mejor».

El segundo bloque de artículos se titula «El Desarrollo». Pasar del concepto de PLC a una actuación concreta, efectiva y evaluable requiere un proceso de reflexión y concreción que, con frecuencia, supone cambios en las rutinas de un centro educativo. El primer artículo de esta sección, «Una oportunidad para el cambio«, apunta algunas claves para que el cambio sea posible y represente, además, una ventana de oportunidades para la mejora del centro educativo. En este sentido, Manuel Martín firma el artículo «Acompañar desde la formación y el asesoramiento», donde se muestra la exploración de la vía formativa (en lugar de la normativa) para la difusión del PLC en Andalucía, una comunidad donde hoy el PLC representa, finalmente, una alternativa consolidada para la mejora de la competencia.

Dos artículos especialmente importantes para Cuadernos de Pedagogía y para un servidor como coordinador del monográfico son aquellos que atienden al bilingüismo, sus logros y sus deficiencias. Para ello hemos optado por un juego de contrastes al cual se han sometido dos reconocidos especialistas en educación lingüística y bilingüismo. Por un lado, José Luis Ortega, de la Universidad de Granada, firma «La realidad de la enseñanza bilingüe» y, por otro lado, Francisco Lorenzo da la réplica con «Los logros del bilingüismo». Creo, humildemente, que la lectura combinada de estos dos artículos puede servir para conocer las luces y las sombras de la enseñanza bilingüe en nuestro país desde una perspectiva serena, científica y tan crítica como decididamente a favor de un bilingüismo de calidad, no de sucedáneos o falsificaciones.

La última sección del monográfico se titula «Casos Prácticos» y pretende ser una mirada en profundidad hacia el hoy y el mañana del PLC. Para empezar, Jordi Jubany lanza una mirada al futuro de la mano de las TIC para escribir «Hacia el proyecto comunicativo de centro«: la comunicación es una de las competencias fundamentales en un mundo digitalizado y afrontar este reto hoy significa capacitar a nuestro alumnado para un mañana incierto.

Finalmente, los dos últimos capítulos los desarrollan docentes que, asumiendo el rol de docente-investigador, revisan las posibilidades del PLC en Educación Infantil, Primaria y Secundaria. Así, el equipo formado por María José Álvarez, América Pérez Invernón y Asunción Bernabeu nos presentan casos de centros de Educación Infantil y Primaria que usan su PLC para «establecer las bases» para una competencia comunicativa sólida y rica. Posteriormente, Raúl Rubio analiza cómo en el complejo mundo de los centros de Educación Secundaria el PLC puede servir para realizar «un trabajo cooperativo, práctico y multidisciplinar».

Como colofón, el monográfico se cierra con una revisión cronológica del PLC en la bibliografía en castellano, incluyendo enlaces a webs como proyectolinguisticodecentro.esARCEnautas o la web sobre el PLC de Miguel Calvillo como ejemplos de acercamiento al concepto desde las asesorías de formación del profesorado.

En resumen, este monográfico de Cuadernos de Pedagogía ha pretendido ser una obra coral en la cual tuvieran cabida desde docentes de Infantil, Primaria y Secundaria hasta la Inspección, desde investigadores de distintas universidades hasta asesores y asesoras de formación, un amplio equipo de expertos de comunidades monolingües y bilingües, voces todas ellas cualificadas, que dan al monográfico una amplia variedad de matices y colores al mismo tiempo que un sabor coherente en su acercamiento a la competencia comunicativa a través del PLC.

Como coordinador del monográfico debo declarar mi satisfacción ante el trabajo realizado por mis compañeros y compañeras y por todo el equipo de Cuadernos de Pedagogía, con Lourdes Martí a la cabeza: ¡gracias a todos por un trabajo generoso y comprometido! Creo que para todos ha sido un enorme placer acometer este reto de formar parte de los cuarenta años de historia de Cuadernos de Pedagogía y de abordar un tema apasionante, complejo e incluso polémico como es el Proyecto Lingüístico de Centro. Espero que entre todos hayamos podido construir un buen texto y que este sirva a quien quiera acercarse al PLC para conocer qué es, cómo se puede hacer, quién lo está haciendo y qué está consiguiendo; para ello hemos recogido decenas de experiencias y hemos intentado mirarlas desde distintas perspectivas y con toda nuestra capacidad de análisis y de comprensión. Esperamos haber acertado.

En todo caso, permitidme acabar con unas palabras del artículo «Un abordaje global de la competencia lingüística«:

Así pues, el PLC no es una utopía sino una realidad en muchos centros educativos que han optado por poner en cuestión su organización tradicional para poner al servicio de su alumnado los recursos con los que cuenta el centro. En este sentido, el PLC es una opción razonable profesionalmente, una respuesta acertada para el reto de la complejidad de la competencia comunicativa en el siglo XXI.

Esperamos haber contribuido a saber cómo dar respuesta a ese reto con esta nueva publicación y con todas las experiencias que en ella se recogen. En educación hacemos camino al andar.

Imagen: Images of human hands

 

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