Encuentro Práctico de Difusión e International House: Tom Walton (post VI)

Buenos días. Acabo de escuchar el taller de Tom Walton, de International House Barcelona, sobre pizarra digital. El título ha sido «Mi pizarra es digital pero ¿qué tengo que hacer para hacerla interactiva?» y os lo cuento en modo Twitter pero en diferido:

  • La pizarra es una herramienta interesante que nos ofrece, entre otras cosas, un espacio infinito y la capacidad de guardar lo que en ella se escriba. Sin embargo, el término «pizarra digital interactiva (PDI)» es engañoso porque, en realidad, la pizarra no es interactiva ni es la interacción con la pizarra lo que nos interesa como docentes.
  • El objetivo es generar interacción entre los estudiantes y hacer que la pizarra sea no inTERactiva sino inactiva. Por ello, la clave es, como siempre, la gestión de la actividad en el aula y, por tanto, la gestión del grupo: nombrar un secretario, nombrar un moderador, etc., serán cuestiones importantes también en el uso de la pizarra.
  • Nos propone un decálogo de actuación: Dejar de llamarla interactiva, no pasar horas buscando y bajando materiales de la red, no verla como un PowerPoint sofisticado, comenzar la clase solo con un mínimo de material y generar con ese material toda la interacción que podamos, utilizarla poco y menos que los estudiantes, reducir al mínimo el «teacher talk time» y el «student wait time»
  • Tom nos presenta distintas actividades a utilizar con la pizarra, como el dictogloss cuya versión final se escribe sobre la pizarra
  • Propone ordenar fotos en una secuencia para crear un storyboard o para crear una nueva versión de un corto basado en un cuento conocido (pone el ejemplo con uno de mis favoritos de Cortazar, La casa ocupada), convertir las imágenes del storyboard en imágenes de tableau vivan capturadas con una cámara digital y filmar la propuesta (videocámara, móvil, etc.) y colgarla en YouTube.
  • También puede servir para leer parte del texto «cara arriba» en la PD (permitiendo al docente ver las caras de sus estudiantes).
  • Nos propone que veamos nuestras clases como restaurantes y al profesorado como camarero. Un buen camarero acude cuando le llaman y después se retira. Igualmente el profesorado debe mantener la actitud del camarero, que no participa de lo más importante, que no es la comida: la interacción entre los comensales.
  • Para aprender a utilizar la PD Tom propone la fórmula «20+20+20 > 60», es decir, pequeñas sesiones con una actividad bien diseñada.
  • Ha sido un taller muy útil y realista (y también divertido) y que ha puesto en su sitio la relación humano-tecnología en el aula de idiomas, la segunda al servicio de la interacción de los primeros. Tengo claro que primero debemos tener una «teoría de la enseñanza-aprendizaje» (normalmente implícita en nuestra práctica) y a partir de ahí encontrarle sentido a la tecnología.

 Salud

2 Comments

  • Ojeda dice:

    Me encanta lo del profesor-camarero que acude cuando le llaman. Lo que pasa es que me gusta más si además eres -o has sido previamente- el cocinero que ha diseñado y preparado -con su equipo- el menú. Por cierto, sería mejor a la carta o tipo buffet libre?? (recuerdas aquel hotel de Bilbao en donde se podían compaginar amabs opciones?)
    -Hay que ver el juego que dan las metáforas gastronómicas…-

  • Tom dice:

    En vez de ser tu el cocinero, a mi me gusta más la idea de que sean los estudiantes que cocinen…

    Es como si los invitaras a tu casa a cocinar y compartir la cena — no solo compartirla: de esa manera se implican más… y disfrutan más

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