Reflexiones sobre metodología para el desarrollo de las competencias

En 2006 llegó un factor potencialmente disruptivo al discurso educativo dominante. Era una novedad relativa: había señales de su llegada mucho antes (véanse DESECO, por ejemplo), hacía tiempo que ya había llegado a ciertas áreas (por ejemplo, la enseñanza de lenguas extranjeras) y una mirada al exterior nos habría permitido ver que otros países ya estaban hablando sobre el tema. Sin embargo, en nuestro país llegaron y nos pillaron a todos con el paso cambiado.

Las competencias tienen en su origen una clara voluntad de cambio. El deseo de transformar la educación para que de respuesta a las necesidades de la sociedad (seas estas las que sean, con más o menos visión crítica de la propia sociedad y de las fuerzas que la dominan) subyace a la aparición del discurso de las competencias y a la fuerza que ha destinado la Administración para promoverlas.

Parecería que hoy, pasados ya diez años, la pregunta acerca de cómo enseñar para promover las competencias debería estar resuelta pero no es así. El sistema educativo es un sistema de velocidad lenta, aunque en los centros se vive a toda velocidad: en la escuela los cambios nunca son fulgurantes ni globales; ocurren despacio, en algunos lugares más que en otros y dentro de unos individuos con más intensidad que en otros.

Con plena conciencia de esta realidad enfoqué mi participación en el ITworldEdu 8. Sabía que quería decir que, por un lado, las competencias son un factor interesante para construir escuela inclusiva y ofrecer una educación de calidad a todas y a todos; por otro lado, quería demostrar que muchos centros ya están en esta senda de transformación, y de ahí mis referencias a los artefactos digitales (como ejemplos de proyectos con base tecnológica realizados por compañeros y compañeras de Educación Secundaria) y al Symbaloo donde recogí proyectos de Educación Infantil y Primaria.

Sin embargo, también quería decir que aun quedaba mucho por hacer. Las competencias pueden ser un motor de desarrollo profesional para el profesorado y de crecimiento institucional para los centros, pero debemos explorar ese camino de profesionalización y mejora. Las competencias pueden dar cabida a las voces de los estudiantes, pero debemos desbordar el currículo y las materias para hacer de los centros espacios de participación. Las competencias pueden ser una experiencia de aprendizaje, pero todos debemos estar dispuestos al cambio y a la revisión de nuestras teorías personales del aprendizaje y la enseñanza.

En todo caso, aquí dejo mi presentación por si alguna de las ideas que en ella traté fuera de utilidad. Como siempre, tus comentarios son bienvenidos.

4 Comments

  • Bernardo dice:

    No conocía la metáfora del partido de fútbol de David Perkins. Interesante, muy interesante.

  • Tuve el gusto y el placer de disfrutar de tu conferencia en el ITWORLD de BCN este pasaso lunes . No solo me encantó y me emocionó tu exposición sobre las Competencias (me parece que es la 1ª vez que me sucede ésto con ellas), sinó que también pasé un rato muy bueno con tu excelente humor y tu manera de exponer y hacernos ver la importancia del cambio. Gracias por tanta inspiración. Por cierto espero que tu portátil no se viese afectado por el golpe que se llevó. 1Saludo

    • ftsaez dice:

      ¡Gracias, Sergi, por tus palabras!

      Y quédate tranquilo, el ordenador está sano y salvo (y es desde el que te escribo ahora).

      Un abrazo

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