Como Luis Morales

Mi amigo Luis se va a Nueva York: el próximo año se beneficiarán en el Colegio Internacional de las Naciones Unidas de su experiencia, su conocimiento y su personalidad. No me da tristeza que se vaya porque sé que era su deseo tener esta experiencia y porque confío lo suficiente en la Red como para mantener nuestra amistad. Pero sí quería decirle algunas cosas aquí, públicamente, antes de que se vaya.

Te debo mucho, Luis Morales. En este mundo de citas académicas repetidas hasta la saciedad, tú leíste no buscando palabras vanas sino ideas para poner en práctica. En ese colegio tuyo donde los niños y las niñas hablan la lengua que les da la gana has podido hacer realidad lo que muchos decimos porque lo hemos leído. Por ello, gracias por ser para nosotros una prueba fehaciente de que es posible construir escuela inclusiva: interculturalidad, bilingüismo, la escuela como espacio de paz y muchas otras ideas de las que hablamos una y otra vez han sido en tu centro una realidad palpable cuyo impacto positivo se puede comprobar a través de los resultados de las pruebas de diagnóstico.

Te respeto, Luis Morales. Siempre has querido hacer tu trabajo con profesionalidad y adornar tu magisterio con investigación de calidad. Hoy la única alternativa creíble para la investigación educativa – estando la universidad sumida en el ensimismamiento – pasa por docentes como tú, interesados no sólo en enseñar bien sino en demostrar cuál es el valor de su actuación. Muchas de mis pocas certezas las adquirí leyendo tus propuestas sobre la integración lingüística del alumnado inmigrante y algunas otras escuchándote o leyendo el blog de tu colegio.

Te admiro, Luis Morales. Todos tenemos una teoría de la educación y pocos nos atrevemos a llevarla a la práctica. Tú no tuviste miedo en hacerlo: viste con claridad la importancia de las familias en la escuela y buscaste todas las estrategias para contar con ellas, aunque hubiera que preparar churros para atraerlas a tu centro; creíste en el plurilingüismo como derecho del individuo y vuestras Ferias del Libro se llenaron de lenguas y de intercambios.

Sin embargo, te irás, Luis, y nadie te dará las gracias por tu trabajo. No te llamarán para darte las gracias por luchar para que nadie salga del aula, por crear lazos, por contribuir a la formación de tus compañeros y compañeras, por servir de estímulo para todos.

Te irás, Luis, y nadie te dará las gracias cuando este año cierre el colegio las puertas, aunque estoy seguro de que le has cambiado la vida a muchos niños y niñas. Los maestros como tú dejan una huella imborrable. Si por algo siento que te vayas, es por tus alumnos y alumnas, aunque me cabe la tranquilidad de pensar que en tu centro no eres una excepción sino una pieza más en un magnífico proyecto educativo de centro.

Luis, hace poco estuve buscando Finlandia. Estaba equivocado: Finlandia son los finlandeses; fuera de ellos sólo hay frío y nieve. Tú, junto a muchos otros maestros y maestras excepcionales, sois Finlandia: necesitamos (y tenemos) muchos Luis Morales para que nuestra escuela camine con alegría, con orgullo, con entereza, con profesionalidad.

Por todo ello, Luis, te doy las gracias.

Amigo, te deseo lo mejor para esta nueva experiencia en tu pletórica vida. Espero que sigas recorriendo las Sierras de  Nueva York como has hecho por la Axarquía, coleccionando comics (si no te puedes llevar tu colección, ya sabes que tienes en mí un depositario), disfrutando de la vida, aprendiendo y enseñando.

PS. A ti, amiga lectora o amigo lector, te invito a que, si conoces a Luis, te animes a dejar tu comentario, para que sepa cómo le despedimos. ¡Gracias anticipadas!

7 Comments

  • ¿Cómo que nadie le da las gracias? ¿Es que no somos nadie? Conocí a Luis como asesor, le he visto investigar las comunidades de aprendizaje… y seguiré aprendiendo de él, seguro, que para eso ya no hay distancias. Gracias, Luis, hasta pronto.

  • Reyes dice:

    Creo que no voy a saber decir las cosas que pienso de Luis con las palabras tan elocuentes como las de Fernando. Yo le conocí por su librito “La integración lingüística del alumnado Inmigrante. Propuestas para el aprendizaje cooperativo”, después personalmente. El libro está bien, pero él, como persona, lo supera con creces. Me parece un hombre “en el buen sentido de la palabra, bueno”, que lleva esos buenos sentimientos a todos los campos, que los hace realidad. Yo admiro a Luis, como profesional y como persona, en lo poquito que le conozco. He aprendido mucho de él. Este año tuve un grupo de clase especialmente complicado y la manera de solucionarlo fue pensar cómo lo haría Luis Morales. Tenía que habérselo dicho primero, pero creo que aún estoy a tiempo. Cuando le dije en Facebook que iba a echar en falta sus caramelos me refería a sus tácticas, a sus recursos, a su sabiduría,a su forma de pensar y actuar, aunque espero que no se vaya de la red y siga manteniendo contacto con quienes le necesitamos. De manera que aprovecho esta ocasión que nos brinda “De extranjis” para desearle unos provechosos seis años y para decirle públicamente GRACIAS POR TODO.
    Reyes Peña

  • Ojeda dice:

    Como veras, esto estaba preparado… A las 12 el Truji, a las y cuarto, JR y a la y media, el Diego.. Ya verás como vienen muchos/as más, incondicionales de tu buen hacer y tu claridad de ideas.
    Pues nada tío, ya que te has empeñado, vete a NY, pero vuelve, eh? vuelve y cuéntanos, que nos hace falta seguir teniendo esos testimonios directos de que los mejores colegios son aquellos en los que hay niños de muchos sitios que hablan muchas lenguas y maestros que lejos de ver eso como un problema lo ven como un lujazo. Pásatelo bien y no olvides el facebook; yo pondré fotos de los montes de por aquí y tú pones de los de allí, OK?
    Un abrazo.
    D.

  • Me atreví muy pronto a tratar el tema de la Interculturalidad, con cursos de formación de profesores incluidos, hasta que conocí a Luis. Desde entonces, cuando alguien me pide ayuda sobre el tema la respuesta es siempre la misma: Pregunta a Luis Morales.

    Sabemos cómo huyes de cualquier protagonismo, lo que ante los ojos de quienes te admiramos te hace más grande, pero el Premio de este año al Mérito en la Educación se lo dan a Marina. No está mal. Pero como siempre, la administración educativa pierde, por desconocimiento de su propia Escuela, las mejores oportunidades de darle sentido al premio. En mi corazón es para ti.

    Me alegro de que te vayas a esta experiencia preciosa porque te mereces eso y más. Pero no me alegro por nuestra escuela. Volverás más sabio aún.

    Te vamos a echar de menos. Un fuerte abrazo.

  • Veronique dice:

    Luis, un beso muy fuerte. Espero que no te olvides del feisbuk y que nos cuentes tus vivencias y experiencias, de las que seguro que aprenderé mucho.
    Gracias por ayudarme a abrir las ventanas para que en Ceuta entre el aire inclusivo, intercultural, comunitario. ¡Gracias!

  • juanma dice:

    Simplemente, gracias por todo, amigo. Has estado ahí siempre que lo he necesitado,me has escuchado, aconsejado y orientado. Gracias por mostrarnos a much@s cómo hay que hacer las cosas y cuál es el camino. Os voy a echar mucho de menos, ya lo sabes. Un abrazo y Kib?.

  • Luis Morales dice:

    ¡Ay, ay, ay, Fernando! ¡qué «malo»eres! Muchas gracias por el panegírico que me has regalado «de extranjis». Pero sólo quería hacer un pequeño gran matiz a tu post :las maestras y maestros , y los niños y niñas de mi cole SÍ me han agradecido (y mucho, y muy afectivamente)mi pequeña contribución a ese gran proyecto que es El Chaparral.Me llevo un buen puñado (alrededor de 500) de abrazos cuya fuerza me acompañará (como en «Stars war». Y ahora, gracias a la iniciativa de Fernando me llevo vuestros abrazos virtuales llenos de buenas vibraciones. Pero, ¡qué buena gente sois!
    En estos años he aprendido muchísimo de vosotros/as , de mis compañeros/as y el alumnado; pero lo que se me ha quedado bien grabado es que cuando incluyes a los demás, los demás te incluyen a tí. Ya sabeis dónde teneis un amigo!

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