«La verdad es que yo he nacido esta mañana»: notas sobre el PLC para una visita al IES Chaves Nogales
En Sevilla hay un instituto que lleva el nombre de Manuel Chaves Nogales. Como no todo el mundo conoce a Chaves Nogales (su libro A Sangre Y Fuego debería ser leído por todo el mundo para entender qué significa y qué horror es la guerra), permíteme si te explico algo: Chaves Nogales era un hombre libre que, además, sabía escribir maravillosamente y debe ser un gran honor para un centro llevar su nombre.
Por ello cuando mis amigos Pepe, Juanma y Nacho me invitaron a que les acompañara en su «semana de formación», es decir, en la semana previa a la apertura del centro para los estudiantes, lo asumí no solo como un deber de amigo sino como un honor: quería ir al IES Chaves Nogales. Agradezco por tanto a Pepe, a Juanma y a Nacho la oportunidad que me han dado de dirigirme al claustro del Chaves Nogales.
El IES Chaves Nogales es un instituto de nueva creación, pinturero, innovador, con un claustro joven pero con experiencia, valentía, buenas ideas y ganas de hacerlas realidad. Además, a pesar de su juventud, la comunidad educativa del Chaves Nogales tiene algunas cicatrices que, en lugar de afearlo o entristecerlo, le dan empaque y han servido para que el profesorado de este instituto andaluz se sienta más unido y comprometido con su centro y con su barrio.
Hoy, por tanto, he tenido la suerte de poder hablarles. El tema de nuestro encuentro era el Proyecto Lingüístico de Centro y me permito enlazar el prototipo del PLC del IES Chaves Nogales como ejemplo de un trabajo serio y realista que con seguridad se convertirá en una realidad en los próximos años.
Mi intervención se ha dividido en dos bloques: por un lado, he intentado describir algunas posibles actuaciones y actividades que creo que pueden ser útiles dentro de su PLC; por otro lado, he comentado mi oposición a un enunciado que en otros tiempos defendí y que hoy creo superado. A continuación os dejo con un texto de apoyo que he preparado para la ponencia, cuya presentación también os ofrezco en esta entrada.
El Proyecto Lingüístico de Centro: notas para el IES Chaves Nogales
El PLC es un intento sistemático de potenciar la competencia comunicativa del alumnado de un centro. Como afirmábamos en el reciente monográfico sobre el PLC publicado por Cuadernos de Pedagogía (julio-agosto 2015, pg. 12),
Un centro es una concentración de recursos y posibilidades educativas. Un proyecto lingüístico de Centro es la organización de los recursos y posibilidades de un centro educativo para el desarrollo eficaz de la competencia en comunicación lingüística. (Véase el texto completo aquí)
Para ello el centro analiza su situación, establece objetivos, propone actuaciones y valora si estas tienen incidencia en la competencia comunicativa del alumnado transcurrido un período de tiempo.
La secuencia genérica de actuaciones incluyen la evaluación del alumnado, el análisis de su contexto socio-lingüístico, la definición de actividades de centro, departamento y materia y la coordinación necesaria para llevar adelante el PLC. Cada una de estas actuaciones corresponde o puede ser ejecutada por una persona o grupo de personas diferentes. Así, la evaluación puede entrar dentro del ámbito de una comisión de PLC, los departamentos lingüísticos o el departamento de orientación mientras que la coordinación pertenece al equipo directivo, la comisión de PLC o los órganos de coordinación pedagógica, según establezca el propio centro.
Por otro lado, las actividades para la mejora de la competencia comunicativa pueden acontecer en distintos planos: en todo el centro, en el ámbito de actuación de los departamentos o en el aula. Así, por ejemplo, la gestión de la biblioteca para la mejora y el fomento de la lectura o para fomentar la competencia informacional o para aprender a aprender es una actuación de centro que implica decisiones relativas a la gestión de recursos humanos, la asignación de presupuesto o la participación en programas institucionales.
En otro plano, La decisión de incorporar a las programaciones cuestiones relacionadas con los géneros discursivos, los tipos de textos o el léxico especializado de cada materia entra dentro del ámbito del departamento. El mapa de géneros discursivos es, en este sentido, una propuesta eficaz que emana de los departamentos hacia los órganos de coordinación del centro.
Finalmente, el uso de estructuras cooperativas que fomentan la competencia comunicativa (piensa-empareja-comparte, por ejemplo, o muchas otras; véase publicación) o la creación de artefactos (digitales o no; véase web) que impliquen la exposición y difusión del resultado de proyectos de aprendizaje son actuaciones valiosas que cada docente puede poner en funcionamiento en su aula sin menoscabo de las actividades «propias de su materia».
En este sentido es importante reiterar que la idea no es convertir a cada docente en un profesor de lengua, especialmente si “lengua” se entiende aquí como el código lingüístico. Muy al contrario, cada docente debe sentirse representante de su propia «comunidad de práctica» (sea esta la comunidad de las Matemáticas, la del mundo de la Física o la Química, la Historia, la Educación Física o la propia Lengua y Literatura). El papel de cada docente dentro del PLC es servir de guía para sus alumnos y alumnas hacia la comunidad de práctica que da sentido a su materia. En el monográfico de Cuadernos de Pedagogía ya mencionado defendíamos que
Un PLC que suponga una violencia en la relación entre el docente y las materias que debe impartir verá cuestionada su sostenibilidad, del mismo modo que un PLC que se integre bien con las prácticas propias de cada materia estará bien asentado para garantizar su durabilidad. (Véase el artículo completo aquí)
Sin embargo, para que el PLC tenga éxito es necesario el compromiso, y la implicación, del claustro pues la competencia comunicativa (y no “la lengua”) sí es responsabilidad de todo el profesorado y contribuye a que alumnos y alumnas aprendan más y mejor en cada materia. Es más, una lectura atenta del currículo básico permite descubrir cómo se incide reiteradamente en la presencia de la comunicación en todas las materias. Ya sea realizar tablas y gráficas en matemáticas o líneas del tiempo en Ciencias Sociales, ya sea realizar una exposición oral como consecuencia de una investigación o grabar un vídeo a partir de un guión creado por los propios estudiantes, el currículo está – literalmente – plagado de oportunidades para que cada docente contribuya a la mejora de la competencia comunicativa dentro de los estrictos márgenes de su materia.
Obviamente, este rol del docente requiere por parte del profesorado tomar conciencia acerca del comportamiento comunicativo de su propia comunidad de práctica. Para ello puede ser necesario reflexionar con los miembros de su departamento acerca de cuáles pueden ser los rasgos fundamentales de un genero dado; a veces esta reflexión puede, quizás, requerir nuevas lecturas o la asistencia de algún experto (de la propia comunidad de práctica o de ámbitos asociados con la competencia comunicativa) pero con frecuencia el conocimiento, la competencia y la experiencia del profesorado de cada materia es suficiente para poder dar las indicaciones oportunas a su alumnado para la realización de las actividades comunicativas que se hayan dispuesto.
Por todo lo dicho, el PLC no debe suponer un añadido o una carga en la ya extensa lista de tareas a realizar por parte del claustro. Es, en todo caso, una inversión en aprendizaje y mejora de la convivencia y puede servir para que el alumnado encuentre sentido a cada materia e, incluso, a las comunidades de práctica presentes en el centro.
Plas, plas, plas. Todo un honor recibirte en el IES Chaves Nogales y escucharte con la pasión y el cariño que tratas a nuestra profesión.
De parte de todos mis compañeros y compañeras te agradezco enormemente esa cantidad de ideas que nos has trasmitido.
Un abrazo 🙂
Gracias, Juanma. Como digo en la entrada, ha sido un placer poder ir a tu centro y tener la oportunidad de dirigirme a vuestro claustro.