Perdóname, hijo
Dedicado a quienes ocupan hoy el centro de Madrid y de muchas otras ciudades
como ejemplo cívico de defensa de nuestros derechos.
Perdóname, hijo.
Por no haberte defendido, perdóname, hijo.
Por no haber visto que tu futuro se consumía a ritmo de locas inauguraciones, de construcciones sin medida, de dineros que faltaban y que a nadie parecía preocuparle, perdóname, hijo.
Perdóname, hijo, por no haber denunciado antes a quienes quemaban tu futuro con su desvergüenza, por no haberme plantado ante ellos como un muro para negarles el poder y el dinero para sus fastos.
Perdóname, hijo, por haberme despreocupado de la política, de la economía o de los medios y haber dejado que los ladrones se apoderaran del templo.
Perdóname, hijo, por no haber exigido con fuerza la más dura de las sentencias cuando un poderoso ha cometido un error o un delito.
Perdóname, hijo, por no haber sabido encontrar la manera de defender tus derechos. Por haberme quedado quieto, comentando en los cafés nuestro enfado, incapaces de hacer nada en ningún ámbito.
Perdóname, hijo, por haber convertido mi indignación en una pose mientras paseábamos, anestesiados, por centros comerciales y foros de debate.
Perdóname, hijo, por no haber construido redes y redes de solidaridad y apoyo donde poder sostenernos cuando todo se conmueve.
Perdóname, hijo, por haber sido cobarde: por no haber luchado, por no haber gritado, por haberme callado.
Perdóname, hijo, por no haber aprendido nada y repetir, absurdo, los errores del pasado.
Perdóname, hijo.
Y tras el perdón, acompáñame, hijo, salgamos a la calle. Busquemos otras manos y otras voces para construir con ellas tu futuro y mi presente.
Acompáñame, hijo, salgamos juntos a la calle.
Sincero y llegando al alma, como siempre. De todas formas, creo que algo hacemos, sobre todo gente como tu. Aunque, desgraciadamente, parece que no es bastante.
Pues por mi hija y por mi hijo, saldremos el jueves a manifestar nuestro descontento y decepción con la clase política que ha olvidado que son servidores públicos en quien delegamos para ver cumplidas nuestras esperanzas para construir una sociedad mejor. Como trabajadora del sector público y madre reclamo que se refuerce nuestro Estado de Derecho y cesen los ataques a la Democracia que dimana del pueblo. El jueves, todas y todos a la calle, por nosotras/os y por nuestras hijas e hijos.