Lunes

Hay semanas que cuando acaban parecen que han durado más de un mes.

Comencé la semana en Alcazar de San Juan y hasta el viernes allí estuvimos, en una especie de Gran Hermano académico, intentando concretar los mecanismos para hacer realidad el modelo de «escuela inclusiva» por el cual ha optado Castilla-La Mancha. El viernes, cuando nos despedimos, quedamos todos los participantes en esta experiencia conjurados y comprometidos para hacer de esta opción un éxito en beneficio de todos los estudiantes, sean de donde sean.

Del éxito de estas jornadas nos despertó la noticia del asesinato de Isaías Carrasco, que me acompañó a través de la radio durante todo el viaje de regreso; y junto a este tremendo golpe, la horrorosa noticia de la aparición del cadáver de Mari Luz, la pequeña onubense desaparecida en enero. Dos familias destrozadas en cada uno de los extremos del mapa.

El sábado sólo se oyó el silencio del dolor para dar paso, el domingo, a las familias visitando las urnas para revalidar la democracia como única forma de gobierno posible. Ahora se abre un nuevo período de cuatro años para trabajar y para construir espacios para la convivencia y el bienestar.

Hay semanas tan, tan largas.

Y hoy, lunes. A ver qué trae esta semana.

6 Comments

  • Anonymous dice:

    Fernando,

    La propuesta de escuela inclusiva de la Consejería de Educación de Castilla-La Mancha es realmente un gran reto, pero a mi modo de ver es por donde tenemos que hacer camino. Los cimientos que se están poniendo en esa comunidad me parecen sólidos y seguro que los objetivos que se han propuesto se irán alcanzando con el tiempo. El encuentro que hemos tenido en Alcázar de San Juan tendrá repercusiones en los centros educativos. Llevar el debate a la escuela fue el propósito de la gran mayoría de asistentes a las jornadas de trabajo de Alcázar. «Caminante no hay camino
    se hace camino al andar..» Espero que las palabras del poeta se hagan realidad.
    Un abrazo

    Mercè

  • Gracias por tu comentario, Mercè, y por estar ahí siempre. Haces de cada encuentro una experiencia inolvidable.

    Un abrazo

    FT

  • Ojeda dice:

    Yo, antes de que acabemos abrazándonos a moco tendío por el éxito de la escuela inclusiva en ClM, me tomaré un pequeño margen de escepticismo hasta ver cómo se va desarrollando todo esto en las aulas… no es por nada, -y conste que también me gustó mucho el planteamiento y el ambiente de Alcázar-, pero, hablando en términos montañeros, ya he visto varias veces cómo la ‘escala 1:1’ me obliga a volverme o a cambiar rutas que, sobre el mapa -incluso en la semi-realidad del ‘Google map’- parecían tan bonitas y asequibles.
    Por otra parte, creo que podemos estar contentos porque al parecer vamos a estar cuatro años o así sin cambiar la Ley de Educación, lo cual también tiene su punto…
    Buenas tardes y buena suerte 🙂
    D.

  • Es evidente que el modelo de escuela inclusiva es el más complejo de los posibles, pero si no empezamos a andar…

    Es más, y si no sale bien, ¿es el modelo el error o son los hombres y las mujeres que han de poner en marcha el modelo?

    No es la hora de los escépticos, acabamos de elegir representantes para el Gobierno y el Senado, la utopía es posible jejeje.

    Venga, D., que para escépticos ya están los otros.

  • Anonymous dice:

    Fernando, Diego, Mercè

    Primero gracias.
    Segundo, comparto la alegría de Mercè, el escepticismo de Diego y el optimismo de Fernando, o sea, que ando pelín esquizofrénica, JE.
    De todas formas, los que entraron sin convicción ninguna salieron, al menos, con un «puede que funcione» en la boca. Si a eso se le pudiera añadir que los que ya tenían claro que algo había que hacer comiencen a caminar, dentro de un par de años se habrá llegado a alguna parte. Espero que a la correcta haciendo lo correcto.
    Besetes,
    Alicia.

  • Luis Morales dice:

    Recurriendo a la manida «caminante no hay camino…» del entrañable Antonio Machado y a la otra popular de que «no hay bosque que no comience por un sólo árbol», deciros que esto de la inclusividad es cuestión de dos pasitos «palante» y uno «patrás». Si crees en ello, sin dogmatismo y demagogia, y vas poniendo tus pequeñas semillas en el quehacer cotidiano, llegará un día en el que sin darnos cuenta todos nos sentiremos incluídos. Si nos lo creemos, lo conseguiremos.
    Salud! y encantado de conoceros!
    Luis Morales

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