La igualdad de género, siempre presente
La reciente celebración del Día Internacional de la Mujer ha llenado la blogosfera (¿Está este término desfasado?¿Debería decir «la red social»?) de mensajes y reflexiones acerca de la necesidad de hacer realidad el deseo de igualdad entre mujeres y hombres, como por ejemplo el post de Bloggeando para Educ@contic. Más allá del nivel de saturación que consigamos ese día, es necesario mantener el mensaje activo los 365 días del año, tanto en la red como en nuestras prácticas cotidianas.
La co-educación es la actuación educativa que tiene como fin conseguir la igualdad entre mujeres y hombres. Pienso que la co-educación puede desarrollarse al menos en tres líneas en nuestras escuelas:
- Desde los contenidos de las materias y áreas de conocimiento: la transversalidad de la co-educación tiene el riesgo de que se acabe diluyendo entre los contenidos de un currículo saturado y el mejor antídoto es comenzar la transversalidad haciendo presente la co-educación en los contenidos de cada una de las materias, es decir, una especie de transversalidad por omni-presencia.
- Desde la práctica docente: la creación de grupos cooperativos formados por niños y niñas en los cuales los roles cambien y roten es el mecanismo de trabajo más efectivo para conseguir la igualdad en la escuela al tiempo que disminuye la «disrupción» (¡qué palabra!) provocada por «machismo incipiente»; otras prácticas como distribuir la atención entre niños y niñas, fomentar el interés de ambos por las disciplinas humanísticas y científicas, etc., contribuyen al mismo objetivo.
- Desde las actividades de enseñanza-aprendizaje: la educación para la igualdad es un asunto de pleno derecho en la escuela y parece lógico dedicarle atención, tanto en tiempo escolar como extra-escolar. En este sentido, actividades como los Talleres de Coeducación diseñadas por el CEIP San Walabonso pueden servir de referencia.
En resumen, la escuela comparte con la familia y la comunidad la responsabilidad de crear una sociedad en la cual la igualdad sea un principio fundamental de la regulación de nuestros comportamientos y de nuestras relaciones. No podemos quedarnos quietos y permitir que la norma siga siendo la dominación masculina (que sí tiene el control de los medios de comunicación – la paradoja de las noticias sobre violencia machista y los anuncios sexistas les quita toda credibilidad – o de la industria del entretenimiento): es más, necesitamos una nueva masculinidad para la cual muchos de nosotros, hombres, no podemos ser la referencia; tenemos que revisar, constantemente, nuestra actuación para detectar cuándo y dónde es el habitus machista el que actúa y la escuela puede ayudar a desvelar las señales del machismo y a construir esa nueva masculinidad.
Con la igualdad entre mujeres y hombres nos jugamos el modelo de sociedad en el cual queremos vivir, hoy y mañana.
Salud
Entiendo que todo esfuerzo que se haga en este sentido es poco, y que necesitamos continuar avannzando de manera incansabel en esta línea, pero siempre me quedo con ganas de oír / leer iniciativas encaminadas a erradicar esas mismas actitudes en las mujeres, tanto las que de aceptación y fomento del machismo, como a actitudes violentas contra los hombres.
Estoy un poco cansado de construir mi nueva masculinidad en un mundo en el que un altísimo porcentaje de las mujeres que me rodean no se handedicado a contruir una nueva feminidad.
Muy interesante.
Este curso he abierto un blog de Coeducación para la Asesoría de ámbito lingüístico del CEFIRE de Elda, que ha asumido también esta «dimensión educativa». http://coeduelda.blogspot.com.
Haré una referencia a este vídeo y a tu post allí.
Saludos
Hola, Javier. Tus comentarios son siempre agudos: las nuevas relaciones entre hombres y mujeres las tenemos que construir entre todos, está claro; pero las mujeres, o muchas mujeres, nos llevan un buen trecho de adelanto a la mayoría de los hombres.
Gracias, Pitxu, por tu visita. Aunque no suelo visitar los enlaces que se dejan en comentarios si no vienen acompañados precisamente de eso, de un comentario, en este caso haré una excepción. Te mando un saludo.
😉