Enseñar no es un arte: prácticas eficaces
Enseñar no es un arte, si con esa expresión te refieres a un proceso creativo basado en la intuición. Tampoco creo que enseñar sea una vocación – ¿dejarás de enseñar si pierdes la fe? – si por vocación entiendes una actividad que te atrae de manera irracional.
Enseñar es una profesión, aunque es verdad que en muchas ocasiones hay que tomar decisiones sobre la marcha e improvisar y aunque es verdad que es una profesión que puede darte grandes alegrías y llenarte de satisfacción – y también romperte el corazón.
Enseñar es una profesión que se basa en la investigación (educativa, pero también psicológica, sociológica, antropológica, histórica, etc.). Y el objetivo de tal investigación es la búsqueda permanente de los mecanismos más eficaces para enseñar y aprender.
En mis paseos por la red encontré hace algún tiempo una publicación que me parece interesante, titulada Prácticas Educativas Eficaces. La firman Herbert J. Walberg y Susan J. Paik para la Oficina Internacional de Educación de la UNESCO (desde cuya página web se pueden descargar sus publicaciones). Las prácticas educativas eficaces que destacan son las siguientes:
- Implicación de los padres: El aprendizaje aumenta cuando los centros escolares animan a los padres a estimular el desarrollo intelectual de sus hijos a través de un «currículum del hogar» adecuado.
- Deberes graduados según su dificultad: Los alumnos aprenden más cuando las tareas para casa están graduadas según su dificultad, comentadas y confrontadas por los profesores.
- Tiempo efectivo empleado en estudiar: Los estudiantes más centrados en alcanzar los objetivos educativos tienen más facilidad para dominar los contenidos de aprendizaje (obvio, no) pero también es necesario que haya coherencia entre los objetivos, los contenidos y las prácticas educativas.
- Enseñanza directa: La enseñanza directa es más eficaz cuando expone las caracterásticas relevantes y sigue pasos sistemáticos. Aunque sistemático no quiere decir repetitivo ni aburrido, añado yo.
- Organizadores previos: Mostrar a los estudiantes las relaciones entre lo ya aprendido y lo nuevo por aprender aumenta la solidez del aprendizaje.
- Enseñanza de estrategias de aprendizaje: Proporcionar alternativas al alumnado sobre cómo conseguir los objetivos educativos y enseñarles a analizar sus progresos mejora el aprendizaje.
- Acción tutorial: La enseñanza individual o en pequeños grupos de alumnos con habilidades y necesidades de aprendizaje similares puede ser muy eficaz. Para lo cual hay que «reubicar recursos», como se dice en el Proyecto INCLUD-ED, que también nos recuerda que se aprende de y en la diversidad.
- Dominio del contenido de aprendizaje: Para que un contenido sea aprendido de modo óptimo, es conveniente llegar a dominarlo paso a paso.
- Aprendizaje cooperativo: Cuando los alumnos trabajan en pequeños grupos de auto-instrucción pueden ayudarse mutuamente e incrementar el aprendizaje. Y muchas cosas más. Y para aprender más.
- Educación adaptativa: Utilizar una variedad de técnicas de instrucción para adaptar los contenidos a estudiantes individuales o pequeños grupos eleva el rendimiento.
En conclusión, enseñar una profesión y sabemos cómo hacerlo. Estas pueden ser diez prácticas posibles y se podrían añadir algunas más: la utilización de las TIC, la creación de redes de escuelas, la implicación con el entorno, etc., son también prácticas avaladas por la investigación y la experiencia – tener que escribir 10 y ni una más ni una menos también tiene sus limitaciones, es la magia de los números.
Y si, después de todo, una vez que has leído este post y sus sugerencias, no te lo crees, haces lo correcto: no creas nada, prueba. Diseña una secuencia didáctica siguiendo alguna de estas sugerencias u otras, pruébala en el aula, analízala (pero seriamente, eh, con la exigencia de un proceso de investigación) y establece tus propias conclusiones. Entonces no serás simplemente alguien que enseña como le enseñaron o como entiende que se hace, sino que serás un profesor o una profesora reflexiva que enseña con conocimiento. Venga, anímate.
Salud
Fernando, le sigo desde hace tiempo…casi que me atrevo a llamarle de tú; llegan sus posts puntualmente, hasta mi bandeja de correo. Siempre útiles, necesarios y agradables.
Soy profe de ELE en Alemania. Quiero encontrar trabajo para seguir en el mundo de ELE en Cantabria. No hay forma, no hay puestos fijos en las universidades o centros oficiales.
Me planteo las opos para Lengua y Literatura, pero desde aquí es casi imposible plantearme su preparación.
Todo lo que cuentas hoy lo comparto. En esas estoy, desde que estudiaba en la uni y trabajaba en academias, privadas…enseñar es mi profesión. Suena bonito decirlo, difícil a veces cumplirlo.
Gracias…ahí seguimos.