Elegía a mi amigo Julio
Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.
Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento.
a las desalentadas amapolas
daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.
Un manotazo duro, un golpe helado,
Un hachazo invisible y homicida,
Un empujón brutal te ha derribado.
Hoy me faltan las palabras para contaros el dolor que siento. Mi compañero y amigo Julio Torrecillas ha fallecido repentinamente esta tarde y en mi cabeza se acumulan veinte años de complicidad, de risas, de sintonía perfecta entre ambos. Se ha ido mi amigo sin que hayamos malgastado un solo día o una sola palabra en una discusión. Hemos sido durante estos veinte años confidentes el uno del otro, a veces un hombro amigo, otras veces una palmada en la espalda, siempre una sonrisa.
Quisiera haceros una semblanza de Julio pero todo me parece banal en este momento. Su interés por la informática o por la fotografía, su pasión por la música, su amor por la Universidad de Granada, donde estudió y trabajó, donde fue docente, vicedecano y claustral. Quisiera hablaros de cuánto le gustaba enseñar inglés o la fonética o la didáctica. Sonrío al recordar que no podía llamarle cuando jugaba el Real Madrid, o cuando estaba en Granada con su nieto, a quien tan poco ha disfrutado.
Hoy Julio nos ha dejado solos. Mi compañero de despacho no volverá en septiembre a tomar café conmigo en la facultad mientras comentamos las últimas novedades de Apple o los últimos chismorreos de la política. Su silla, su mesa y nuestro despacho se han quedado vacíos. Algo dentro de mí se ha quedado roto y vacío.
Julio, va por ti esta canción, de tu adorado Jimi Hendrix.
Desde aquí mando a Esperanza, a su familia y a todas sus amigas y amigos un fuerte abrazo.
Gracias Fernando, he pensado cada una de esas palabras a lo largo de la tarde. Sé lo importante que ha sido Julio para ti y viceversa, un fuerte abrazo.
Gracias, Santi. Sabes que él te apreciaba mucho y que siempre hablaba de tu defensa de TFG como de la mejor que hemos visto jamás.
Un fuerte abrazo
Me acabo de enterar y me he quedado de piedra. Uno esos profesores a los que nunca olvidas. Sé muy bien que desde que empezaste a trabajar en Ceuta habéis sido mucho más que compañeros. Un abrazo, Fernando.
¡Gracias, David!
Gracias Fernando, me acabo de enterar y he pensado en ti rápidamente, pues siempre os veía al entrar, y….. se que era un gran compañero para ti. Un abrazo
Gracias, Manolo. Ya sabes que él quería mucho a todos los miembros de tu departamento: a ti, a África, a Miguel y María, a Julio y, por supuesto, a su amigo Claudio. Os mando un fuerte abrazo a todos.
Gracias Fernando por lo que escribiste sobre mi hermano,un abrazo
Gracias a vosotros, Jose. Fue un placer compartir todos estos años de vida y trabajo con tu hermano.
Un fuerte abrazo
Such touching words to whom once was your college.
I had the privilege of being her pupil and I must say that he was the first one to teach us how to be 21st century teachers.
I remember his lessons for being so attractive and enjoyable. He always taught us tricks and knew how to captivate us. Years later I had the honor of working at an American school and put in practice everything he had once taught me in regard to TIC.
It’s an irreplaceable loss but we all students of his carry on our hearts and minds his teachings and that will make it unforgettable. «To teach is to touch a life forever «