Daniel no va mañana al colegio
Daniel lleva toda su vida yendo al colegio. Sus pasillos y sus clases le han visto crecer: ya me habría gustado verle corriendo por el Realejo granadino cuando Granada aun no era la Reina del Erasmus sino una pequeña ciudad de provincias que se reconstruía en la posguerra mirando de reojo a la universidad y a la Alhambra. O reconocerle cuando era un adolescente en el Instituto Juan XXIII y saber si ya entonces sentía curiosidad por saber cómo funcionaban las cosas.
También, sin duda, me habría gustado conocerle en Válor, su primer destino como docente. Me habría gustado hablar con él de cómo era enseñar en la Alpujarra en aquella época mientras compartiríamos una de aquellas perdices en escabeche que tanto le gustan. O me habría gustado acompañarle en el periplo de pueblos que después conoció por la costa granadina, aunque ahí le habría dejado algo de intimidad: dicen que la Costa es zona de enamoramiento y ya se sabe que no es bueno estar todo el día pensando en las clases…
Pienso ahora que no se ha escrito lo suficiente acerca de cómo los maestros y las maestras vertebran el territorio con sus desplazamientos. Daniel, el niño del Realejo, comenzó su «docencia en pareja» en La Redondela, allá por Huelva, para después pasar a Pedrera, provincia de Sevilla. Precisamente en Pedrera le nació su hijo Pablo, hoy investigador en física teórica en Praga, y también allí dejó un buen puñado de amigos, lo cual es una buena excusa para hacer una visita al pueblo cada año en la época de los mantecados, los ochíos de anís o las famosas tortas de manteca de Pedrera.
Tras la experiencia en tierras onubenses y sevillanas, Daniel volvió a la provincia de Granada, a Motril, la ciudad con la cual muchos le asociamos. Para muchos de nosotros es y será siempre Dani Sánchez, el maestro del CEIP Príncipe Felipe de Motril, el gran @dasava.
Daniel es una representación de lo que debe ser un maestro. Su voluntad de poner la enseñanza al servicio del aprendizaje, la tecnología al servicio del descubrimiento o los contenidos al servicio de la formación integral de sus alumnos y alumnas son las claves de un educador de calidad; su defensa de la educación y la escuela pública comprometida con la sociedad, su manera de asumir responsabilidades y su implicación en cargos directivos definen lo que significa hoy el magisterio. Su valía en la formación de otros docentes, su generosidad a la hora de compartir su trabajo a través de la red, su participación en todo tipo de foros y debates o su liderazgo en la escuela TIC andaluza van más allá del presente: si la escuela aspira a un buen futuro, habrá de ser a partir de las marcas establecidas por Dani y muchos otros de sus compañeros y compañeras de profesión. Solo su entrega, su compromiso y su profesionalidad traerán la escuela que queremos.
Sin embargo, mañana Daniel no irá al colegio y yo no puedo, hoy domingo, dejar de pensar en él. Me gustaría saber qué piensa ahora que mañana no tiene que dar clase. Le ha llegado el momento de tomarse el descanso de los horarios y las reuniones así que ahora podrá seguir disfrutando de otras formas. De algo estoy seguro: Daniel lleva toda la vida haciendo lo que le gusta y estoy seguro de que ahora seguirá haciéndolo, sea en Motril o sea en Praga, acunando bebés que están por llegar para hacerle abuelo.
Por eso esta tarde de domingo pienso en mi amigo Daniel. Pienso en el Daniel maestro pero también en el Daniel que disfruta cocinando, saliendo a correr o viajando. Pienso en cuántos niños y niñas habrán tenido la suerte de aprender junto a él y qué le dirían hoy todos esos niños, que ya son los hombres y mujeres que mueven nuestra sociedad.
Creo que ellos, como yo, le desearían el mejor de los futuros al mismo tiempo que le darían las gracias por todo lo que nos ha dado y enseñado a lo largo de estos años. Ojalá quienes estamos hoy en la profesión sepamos aprender de ti, Daniel, y actuar en consecuencia.
Yo me siento muy afortunado por haberte conocido. Al verte trabajar comprendí que mi función en la formación inicial del profesorado era sencilla: solo tengo que ayudar a mis alumnas y alumnos, futuros maestros, para conseguir que se parezcan a ti.
Gracias, amigo.
Si quieres conocer algunos de los proyectos en los cuales ha estado implicado Daniel Sánchez, Luis Miguel Iglesias (otro gran docente) escribió una reseña sobre él y sus trabajos.
También le doy las gracias a mis amigos Diego e Isabel por algunos chivatazos necesarios para la redacción de esta entrada.
Por último, me permito insertar aquí la entrevista que tuve la suerte de grabar con Dani y Diego en el propio CEIP Príncipe Felipe tras pasar una mañana de observación en la clase de Daniel:
Hola, Fernando. ¡ Qué manera más linda tienes de narrar!
Daniel mañana va a sentir como le falta algo: meterse en clase, dar los buenos días, repasar entre todos lo que hicimos el pasado trimestre, comprobar lo que nos falta por acabar, estructurar el trabajo, repartirnos los pocos dispositivos de aula de que disponemos, desarrollar alguna estrategia cooperativa, facilitar una puesta en común o una exposición con debate, leer los blogs del alumnado, corregir con los alumnos los contenidos de esos blogs, escribir en mi blog de aula referencias para los próximos días, según lo que hayamos decidido, preparar con mi alumnado un kahoot, buscar alguna aplicación que facilite mejor aprenfizaje, crear un site del proyecto q vamos descubriendo, realizar una visita al entorno o a mi Alhambra, celebrar reuniones de coordinación y ¡ tantas actividades más!
Pero también sé qué otras cuestiones seguiré haciendo: leer artículos y entradas en los blogs sobre educación y reflexionar sobre esos escritos, escribir algo, ayudar a quien lo pida sobre mi manera de estar en clase, asistir a eventos, saraos y encuentros educativos…
Pero mañana iré al cole para trasvasar materiales e informes a mi sustituto o sustituta, que espero que esté ya allí, retirar otras pertenencias, tener algunas reuniones con colegas sobre determinados aspectos de otras actividades en el centro y estar siempre dispuesto a acudir a mi centro para algún tema determinado o… hacer una paella, fideuá o lo que en arte.
Por supuesto, cuando mañana recorra la calle Ancha motrileña hacia mi cole, seguro que iré pensando en todos los colegas de los que he aprendido y que me habéis dedicado en estos días unos momentos placenteros con vuestras alabanzas, guiños, emoticones, imágenes y vídeos. Y Fernando Trujillo, quedará mas prendido aún en mi memoria no ya por sus loas, también por su manera de transmitirnos aquellos aspectos que deberíamos tener en cuenta para facilitar un cambio en las aulas y escuelas. ¡ Que no se dé reposo en esa tarea!
Gracias a todas y todos por todo. Nos vemos en los próximos saraos.
¡Qué grande eres, Daniel Sánchez!
Recuerdo bien que cuando te conocí eras ya una referencia en el uso de las wikis y aun guardo la referencia de tu wiki sobre wikis: http://textoscolaborativos.wikispaces.com/.
Desde entonces he tenido el placer de conocerte y descubrir, además de al experto en TIC, a un gran educador y a una grandísima persona. Sobre lo primero, siempre he admirado tu capacidad para hacer fácil el Aprendizaje basado en Proyectos; sobre lo segundo, siempre me ha convencido que fueras capaz de luchar por lo que crees justo y bueno para la sociedad pero con una sonrisa en los labios.
Daniel, creo firmemente que necesitamos muchos docentes y muchos ciudadanos como tú.
Espero poder ir a verte pronto a Motril o, en su defecto, nos veremos en algún sarao cercano (o en el Sinil, que nos pilla cerca a ambos…).
Un fuerte abrazo
Nos vemos fijo. Un abrazo.
Me alegra leer este artículo sobre Daniel en este blog. Daniel Sánchez es uno de los maestros que he tenido en el CEIP Príncipe Felipe de Motril. He tenido conocimiento de este artículo porque ha sido compartido en el grupo que tengo en Facebook, ‘La educación que pudo ser’.
Enhorabuena, Fernando, por esta atención que has tenido con él, a la que me sumo, suscribiendo tus palabras y los elogios merecidos hacia él.
Un abrazo.
Antonio Lara.
Discreto, valiente, humilde, coherente y brillante; un MAESTRO con mayúsculas; y una persona NECESARIA. Cuánto he aprendido de @dasava y cuanto espero seguir aprendiendo… un abrazo y disfruta de esta nueva etapa, ¡AMIGO!