La bicicleta del panadero

La cuenta

Un poema de Juan Carlos Mestre en La bicicleta del panadero (Calambur Poesia)

Por lo que se refiere a mi estado de ánimo, mal

Mal también por lo que se refiere al supermercado de la vida y la sed de los peces

Pérdidas y acreedores acumulan reproches bajo en árbol de Navidad

Los nombres grabados en la corteza del árbol se han ido con otros

Espero que algún día se percaten de su deplorable caligrafía y lo mal que besaban

Respecto a mi lamentable situación todo debe atribuirse a la crisis

Hace meses que nadie me pide una conferencia sobre la escuela de Stevens

Las traducciones están paradas como en un país de políglotas

Mi estado no es ni mejor ni peor que el de otros

…

Conocí la obra de Juan Carlos Mestre a través de la reseña en Babelia de Manuel Rico. Mestre, poeta y artista visual, ha recibido a lo largo de su carrera el Premio Adonáis o el Premio Nacional de Poesía, entre otros, además de diversos premios por su obra artística visual y es hoy uno de nuestros poetas más relevantes y consolidados.

El libro La bicicleta del panadero es un extenso poemario de cuatrocientas sesenta y ocho páginas, lo cual ya lo convierte en una excepción en el mundo de las publicaciones poéticas, normalmente habitadas por pequeñas publicaciones de apenas un centenar de páginas. A lo largo de sus páginas el poeta despliega un teatro de personajes cotidianos, sufrientes en su mayoría, en paisajes de otoño lluvioso y frío invierno. Sin embargo, esta escenografía lóbrega sirve para dar relevancia a los hilos de luz que penetran entre las nubes: es la luz que emana de la dignidad, a veces mancillada, casi siempre solitaria, pero íntegra y coherente.

No soy crítico literario ni quiero jugar a serlo. Solamente quería deciros que me ha gustado este libro de Juan Carlos Mestre, su uso atrevido y arriesgado de la palabra en tiempos de simplificación comunicativa extrema, su indagación – casi surrealista – en el imaginario, su mirada sobre la excelsa cotidianeidad de discretos héroes caídos como los boxeadores o los titiriteros.

Acabo con la misma cita de Francis Picabia que comienza el libro de Juan Carlos Mestre: «Los descontentos y los débiles hacen la vida más bella.».