2012, empezamos

Elegí ser maestro cuando aun no sabía qué significaba ser maestro. Mi padre, maestro de profesión y de vocación, quería que yo estudiara Derecho o alguna otra carrera que me garantizara una buena vida. Sus intenciones eran buenas pero, fíjense ustedes, no tuvo mucho éxito.

Elegí ser maestro porque me gusta trabajar con personas. Me fascina la comunicación, la pregunta, la duda, mirarnos cara a cara buscando en la otra persona una luz que ilumine alguna zona oscura.

También elegí ser maestro porque me gusta estudiar. Me gusta hacerme preguntas, cuestionarme lo que sé, leer, escribir, consultar distintas fuentes, escuchar a otros asumiendo que puedo aprender de todo el mundo. Trabajar, en este sentido, en la universidad es, simplemente, un placer (a veces :-).

Así pues, elegí ser maestro porque me gusta aprender y estudiar.

Sin embargo, hoy quería decirte que elegí ser maestro también por otra razón: elegí ser maestro porque me gusta ilusionar. No hay peor castigo que hacer creer a alguien que no es capaz. No hay peor sentencia que hacer creer a alguien que no puede hacer algo. No hay peor penitencia que hacer creer a alguien que no tiene futuro.

Puedes llamarme iluso, utópico, idealista o lo que prefieras. Siempre que vengas a buscarme me encontrarás soñando despierto: un nuevo plan, una nueva ilusión, una nueva idea son el combustible de la vida.

Y, además, me encontrarás con una sonrisa. Puedes llamarme cómico o payaso, no me importa: hace muchos años descubrí que la ilusión camina mejor de la mano de una sonrisa y no estoy dispuesto a quitármela de la cara ni a privar a nadie de poder usarla.

Por eso, 2012, ya sabes lo que te espera: nos vestiremos de verde para ti si es necesario, diseñaremos nuevos proyectos, trazaremos nuevas redes, nos reiremos en tu cara mientras luchamos por lo que creemos y tú, 2012, no podrás evitarlo.

Venga, 2012, empezamos.

10 Comments

  • Gracias Fernando. Yo no quería dar clases, quería investigar, pero ahora no pasa una sola hora en que no piense en mi alumnado, en el centro, en las familias, en la posibilidad que la educación ofrece a alumnos y alumnas completamente fuera del sistema, que no tienen más esperanza que la que le damos como docentes, porque sus familias no saben o no comprenden, en mejorar, en innovar. Esa es nuestra fuerza, y no nos la pueden quitar.

  • Nila dice:

    un abrazo y salud desde el otro lado del planeta, querido Fernando y a por el 2012

  • Jesús Canca dice:

    Totalmente de acuerdo, Fernando. Yo también comparto contigo que nuestras «ilusiones», «sueños» o «sonrisas» han de ser, como tú bien dices, «el combustible de la vida».

    «Ilusionar», «soñar» y «sonreír» son como el aire de los neumáticos… No cuesta nada y, sin embargo, nos hace más agradable el viaje… Hagamos uso de los citados verbos y acompañémoslos de nuestro trabajo, tiempo y dedicación para convertir en realidad todos los retos que nos propongamos para este 2012.

    Un abrazo, amigo, desde la otra orilla de Estrecho.

  • CARMENCA dice:

    Que bonito Fernando y como me siento identificada contigo.
    Gracias!!!!!!

  • Adela dice:

    Esperamos compartir contigo las ilusiones y sonrisas de este 2.012 que comienza.Un abrazo

  • Muy refrescante tu artículo. Considerando sobre todo por aprender, enseñar y sobre todo la posibilidad de mantenerse actualizado

  • maria josé dice:

    Me siento cómplice de esa actitud que describes, Fernando. Comparto esas emociones y me alegra leerlas en tu post. Yo estoy en esa red, invisible, pero que gracias a las redes sociales puede convertirse en algún proyecto o en algo más grande si así lo procuráramos. Tu escrito manifiesta y significa el «no nos moverán» de los docentes con verdadera vocación. Gracias, compañero.

  • Carlos Paez dice:

    Con la que está cayendo y todavía tenemos ganas de reír y continuar haciendo proyectos, fantástico!!
    Hoy he encontrado este vídeo y me había parecido perfecto para empezar el año 🙂 te lo dejo de regalo.

    Gracias y feliz 2012

  • Manolo Samos dice:

    Creer en las personas, en la capacidad para mejorar, aprender, crecer, … contribuir a que los demás sigan soñando, ilusionando e ilusionándote y regalar una sonrisa siempre tan necesaria y reconfortante son, entre otras muchas, razones por las que me alegro de compartir contigo la alegría de ser maestro. ¡Muchas gracias MAESTRO! Un abrazo y feliz 2012.

  • A vivirlo como si fuera el último año de nuestras vidas. Minuto a minuto, aprendiendo a respirar aún mejor y más profundo. Disfrutando de las pruebas que el sistema financiero nos ponga…aprenderemos a crear otro sistema más sostenible.
    ¿¿llegaremos a enfocar la biología dsd el parto natural?? ¿¿en matemáticas nos cuestionaremos la irrealidad de los números rojos bancarios??

    Abraza’dos’ fernando, te quiero compañero

    http://andandotictac.blogspot.com/

Deja un comentario