Utopedia: una comunidad de libros, palabras y amistad

No añoro cruzar fronteras ni volar en aviones; tampoco subirme de nuevo al AVE o dormir en frías habitaciones de hotel; ni siquiera conocer nuevas ciudades, yo que tan viajero he sido, pero no, no es eso lo que más deseo en este momento.

Aunque hace meses que mis maletas están vacías y reposan en un armario esperando nuevos destinos, lo único que deseo en este momento es algo sencillo: reunirme con amigas y con amigos a charlar en torno a un café sin ocultar nuestras sonrisas tras una máscara ni pensar en aerosoles en suspensión.

Quizás eso mismo sienten David Álvarez y Olvido Andujar, esa necesidad íntima de escucha sin pensar en la distancia, la necesidad de la palabra amiga exenta de preocupaciones. Quiero pensar que eso, un sentido urgente de amistad dialogada, y el amor por los libros y por la educación es lo que nos reúne en un lugar que no ocupa espacio y en un encuentro que no tiene lugar pero que sí ha ocurrido y tiene la intención de ocurrir más veces. Esa es la motivación que encontramos para abrir las puertas de Utopedia y mirar dentro sabiendo, divertidos, que en su interior no hay nada que no llevemos nosotros mismos.

Utopedia es, también, un recuerdo. Nuestro amigo y maestro Antonio Rodríguez de las Heras nos regaló Utopedia y nosotros adoptamos su concepto para celebrar que le conocimos, que fuimos amigos suyos y que aprendimos de su palabra, siempre provocadora sin necesidad de gritar, hablando en susurros con toda su fuerza, que era la de la razón y la comprensión no sólo del ser humano sino del tiempo que este ocupa en la Historia:

Polimatía es una palabra en desuso. Nuestro afán de especialización ha reducido el foco de nuestro aprendizaje, y a veces pienso que también nuestra curiosidad. Al menos en la universidad, despegarte mínimamente de tu ámbito de conocimiento y de tu especialidad es duramente castigado por agencias que miden al peso tu trabajo y que calculan la excelencia por los grados de distancia que existen entre tu trabajo y la moda estadística de tus colegas.

Quizás eso era lo que hacía diferente a Antonio: Antonio era un polímata, un hombre universal. Él no seguía normas ni modas por una sencilla razón: iba por delante, marcando la tendencia. Cuando muchos llegamos a ese espacio de conocimientos heterodoxos que son las Humanidades Digitales, él ya estabas ahí, definiéndolo y esperando que llegaran los demás para dar un nuevo paso hacia terreno desconocido.

Pues bien, con ese afán de explorador que acompañó a Antonio durante toda su vida, hemos dado vida a Utopedia y pretendemos llenarla de buenas palabras, escritas por otras y por otros pero apropiadas y pronunciadas por nosotros, David, Olvido y Fernando, con la humildad de quien siempre está en un camino de aprendizaje.

Además, queremos que sientas que Utopedia, como habría querido Antonio, es un lugar cálido, amable y abierto donde las palabras y la música se entrecruzan, un escenario abierto donde recibiremos a muchas amigas y amigos para hablar de aquello que nos interesa porque nos hace más humanos en estos tiempos de prisa y deshumanización: la amistad, la educación, las palabras, los libros,…

¿Te unes a nuestro viaje sonoro? ¡Bienvenidos a Utopedia!


Para saber más sobre Utopedia:

Imagen de Matt Botsford en Unsplash

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