Nuevos blogs: Elvira, Daniel y Gerardo

Viendo quién me lee me encuentro un nuevo blog con un título inquietante y el blog de un buen amigo. Sólo tiene cada uno tres anotaciones y la experiencia nos dice que un blog no se debe anunciar hasta que no lleva un cierto camino recorrido: las muertes prematuras son frecuentes en la blogosfera. Pero, como nosotros estamos aquí de estranjis y no seguimos las reglas, hacemos lo que nos da la gana y no nos cuesta dinero, aquí van los enlaces a estos dos nuevos blogs: El silencio significante y L’emigrant (digital). El primero está escrito en castellano por Elvira desde Cantabria y será interesante conocer sus reflexiones sobre educación y sobre cómo coordinar la vida familiar con la profesión, uno de los temas centrales en su blog (y la preocupación constante de muchas y muchos de nosotros); el segundo está escrito en catalán por Daniel, de apellido Cassany, ¿lo conoces? Leer este blog puede ser una buena oportunidad para refrescar ese catalán que todos hablamos en la intimidad…

Al hilo de estos dos enlaces pienso cuál es la razón del atractivo de los blogs. Estoy convencido de que la facilidad de Blogger para crear un blog – un espacio en la red en tres minutos – y empezar a escribir es decisiva, pero no es la única razón. Normalmente no tenemos espacios – ni tiempos – para la reflexión, para poder lanzar una idea sin la presión de estar escribiendo un artículo, preparando una comunicación o redactando una conferencia. Además, es tranquilizador escribir para el lector que es uno mismo, con la certeza de que realmente sólo te leen algunos amigos y los paseantes que Google lanza a tu blog pero que no permanecen normalmente más de unos segundos en tu web. Poder contar con este «espacio público y discreto» que es un blog es, pienso, su atractivo fundamental.

El tercer vínculo no es un blog; es el listado de enlaces de Gerardo Arrarte para el curso «Español para extranjeros: Estrategias didácticas». Es muy completo y contiene la curiosidad de citar como «recurso para la comunicación» el proyecto Emule (sí, eso con el que otros se descargan música, películas, software y libros, pero tú y yo no, claro…) ; realmente me gusta mucho más esa idea de recurso para la comunicación que la de intercambio peer-to-peer, que es el nombre que se suele dar a este tipo de software. Ah, y puestos a elegir yo prefiero BitTorrent.

Saludos y ánimos a Elvira y a Daniel. Bienvenidos.

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