Mis lecturas estivales

Los días previos al descanso estival tienen dos rituales.

El primero de ellos consiste en ordenar el despacho después de un año de trabajo (limpiar, tirar, colocar, guardar), tarea que es al mismo tiempo un viaje al pasado reciente y también una celebración de San Juan particular gracias a la cual mi espacio de trabajo mantiene un (cierto) orden mínimo que me permite seguir distinguiendo la silla de la mesa y de las estanterías 😉

El segundo ritual es mucho más agradable. A lo largo del curso voy adquiriendo libros que el trasiego de trabajo no me permite leer inmediatamente, o simplemente que requieren una lectura más reposada que la que uno puede realizar entre barcos, aviones y trenes. Por eso, el comienzo de verano implica preparar la lista de lecturas para el verano, uno de mis placeres fundamentales.

Cada año la lista se divide en dos, como la vida misma: otium y negotium. Así pues, aquí os dejo mi lista de lecturas estivales dividida en estas dos categorías a lo latino:

Otium

Uno de mis regalos de Navidad fue el último libro de Javier Cercas y este verano será una de mis primeras lecturas. Cercas nunca defrauda.

Mis amigos Felipe Zayas y Pilar Pérez Esteve me recomendaron leer a Chandler y aquí estoy, dispuesto a cumplir con la iniciación en la novela negra, un género que hasta ahora no he visitado con frecuencia. A ver si el maestro Chandler me engancha.

Philip Roth es uno de mis autores americanos favoritos y, sin embargo, no había leído su conjura contra América. Este verano pienso saldar esta deuda.

La literatura juvenil también refresca y un libro con este título bien merece un chapuzón en su lectura. Dicen que el autor de este libro es un zombi: ¡espero no poder comprobarlo!

Yuri Herrera es un autor mexicano sobre el cual he leído muy buenas críticas y si es verdad que hay señales que precederán al fin del mundo quiero conocerlas 😉

Encontré este libro por casualidad hace algunos meses en Fnac y no pude resistir la tentación de llevarme al maestro Emilio Lledó a casa. ¿Puede un título ser más simple y más emocionante? ¡Los libros y la libertad!

Sefarad es una gran novela de uno de los grandes. La tengo desde hace años pero tras la lectura del último ensayo de Muñoz Molina me apetece su relectura. Ocupa el último lugar no por demérito sino por releído 🙂

Negotium

La última publicación de la fantástica colección de Ideas Clave de Graó está dedicada a la educación infantil. Busco en este libro no sólo buenas ideas sino también un libro que acompañe a mis estudiantes en Educar21 a lo largo de su primer año de estudio.

Tengo muchas ganas de hicarle el diente a esta publicación de Ignasi Vila y Ramón Casares, dos de los investigadores socioeducativos más interesantes de nuestro país. Intuyo que hay mucho que aprender en este libro.

Philippe Perrenoud revolucionó el panorama de la formación del profesorado con sus «diez nuevas competencias para enseñar» y en este libro entra al estudio de las competencias básicas desde una perspectiva crítica: un must, vaya.

Reconozco no haber leído aún nada de la filósofa Martha C. Nussbaum y me interesa su acercamiento a las capacidades/competencias desde una perspectiva ética. Esta será, por tanto, mi entrada en el universo Nussbaum.

¿Es Internet un potlatch?¿Intercambiamos bienes por prestigio?¿Es esa motivación suficiente para levantar Wikipedia o muchas otras iniciativas? Me provoca el título de este libro de Felipe Ortega y Joaquín Rodríguez y la reflexión sobre procomún y creación colectiva que puedan hacer ambos autores.

Compré el libro de Carlos Alberto Scolari en la Librería Diógenes, de Alcalá de Henares. Entré en la librería, junto a mi amiga Mercè Bernaus, pensando en ese libro y, casualmente, allí estaba, esperándome. Es una de las lecturas que más ganas tengo de hacer, no creo que llegue a Agosto 🙂

En fin, este es mi listado. ¿Qué vas a leer tú?¿Te animas a contárnoslo?

Salud

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