Del ciberutopismo de la Escuela 2.0 al ciberrealismo de la Gran Depresión: lecciones para un futuro educativo incierto

Cada cierto tiempo uno debe parar y mirar atrás. Ver el camino recorrido, con sus hitos, sus pausas y sus errores permite reconocer los logros, analizar los errores y establecer nuevas metas.

Las amigas y amigos de Educación 3.0 me han invitado a presentar una ponencia en el auditorio de SIMO Educación 2014. Imagínatelo: una gran feria llena de stands con nombres como Samsung o Promethean, personas de chaqueta y corbata y gente, mucha gente, todos para hablar sobre tecnología educativa y yo, que no soy un tecnólogo, invitado a hablar en público. ¿Qué puedo hacer?¿Qué puedo contarles?

Pues bien, he decidido pensar que mi ponencia es una conversación con alguno de los docentes que están presentes en SIMO, y que realmente son, junto con los estudiantes, la razón de ser de SIMO. Como si nadie nos oyera, en una cafetería con una taza humeante, me gustaría decirle que no crea los discursos que desacreditan la escuela por no haber incorporado las tecnologías al aula (el objetivo no puede ser ese y necesitamos «escuela» aunque distinta).

Me gustaría decirle que aunque crea que está sola (o solo), si levanta la voz acudirán en su ayuda cientos de compañeros y compañeras que ya están renovando su práctica, con más o menos TIC, con más o menos dudas, con más o menos éxitos – pues tener éxito en educación en la realidad no depende sólo del docente sino de muchas otras variables difíciles de controlar.

Me gustaría decirle que todos esos compañeros y compañeras, que son la auténtica herencia de la Escuela 2.0, están dispuestos a acompañarle a pensar juntos para qué sirven las TIC en educación y que, si se anima, podemos pensar cómo crear juntos artefactos digitales que den vida a sus proyectos.

Me gustaría decirle que si las TIC sirven para algo es para conectarnos y para crear. Me gustaría decirle que se lanzara a experimentar pero que antes leyera y mirara, que asumiera su propia capacitación profesional para poder ofrecer a sus estudiantes una docencia de calidad.

A estas alturas no confío mucho en la política como solucionadora de problemas, pero sé que la necesitamos tanto si nos gusta como si no. Por ello, me gustaría decirle, finalmente, a este compañero o compañera que haya venido a SIMO que no se calle, que exija, que la crítica constructiva es la fuerza de la razón y la razón (con corazón) es la marca de la escuela.

Y después, nos tomaríamos un café hablando de la vida y sus asuntos.

En cualquier caso, aquí te dejo mi presentación, por si quisieras comentarla:

Actualización de 28 de octubre: las compañeras y compañeros de SIMO Educación han colgado hoy mismo el vídeo de la ponencia, que pone voz a la presentación que colgué en su momento. Aquí os lo dejo, agradeciendo de nuevo la oportunidad a SIMO Educación y a la Revista Educación 3.0, así como a vosotras y vosotros os agradezco la atención y los comentarios:

Salud

Imagen de cabecera: César Poyatos

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