Claves para una formación docente eficaz

La docencia es una profesión que requiere un proceso constante de aprendizaje y formación. La evolución del conocimiento impone sobre el docente la necesidad de mantenerse al día en relación con los contenidos de sus materias y el dinamismo de la propia Educación como ámbito social y político, además del movimiento generado por las Ciencias asociadas a ella, requieren una actividad de formación permanente para poder afrontar los retos profesionales que se nos ofrecen con garantías de éxito.

Para cumplir con esta función en muchos territorios, y especialmente en Andalucía, se cuenta con una red de centros del profesorado que garantizan oportunidades de formación y aprendizaje para los profesionales de la Educación y que, al mismo tiempo, representan un espacio para el encuentro de todos los docentes. En este sentido, los centros del profesorado son un importante recurso del sistema educativo para la mejora de los resultados de aprendizaje a través del desarrollo profesional de su profesorado.

Además, los centros del profesorado cumplen con una tercera función, más invisible: para sus actividades cuentan como formadores con docentes que han desarrollado una práctica especialmente interesante para el sistema, los cuales no solo son así visibilizados sino que estos «formadores» asumen un reto importante al tener que transferir los conocimientos derivados de su experiencia a otros docentes, probablemente los críticos más feroces de cualquier propuesta que no sea valiosa y útil. Se genera así, por tanto, un ciclo de mejora para los docentes, que pueden observar una buena práctica de otro compañero o compañera, y para los formadores, que ven sometida su práctica al ciclo de diseño e implementación, evaluación, visibilización, valoración externa y revisión de la propia práctica.

En este contexto el CEP de Córdoba organizó el pasado 9 de marzo el I Encuentro de Ponentes del CEP de Córdoba. Este Encuentro tenía un doble objetivo: en primer lugar, «mejorar las destrezas como formadores de las personas que colaboran como ponentes en las actividades diseñadas y organizadas por el CEP de Córdoba», como anunciaba el propio CEP en la convocatoria de la actividad; en segundo lugar, reunir por primera vez a todos los docentes ponentes que suelen colaborar con el CEP de Córdoba para generar entre ellos relaciones positivas que les refuercen en su tarea formadora y que les permitan establecer vínculos para la generación de nuevos proyectos e iniciativas.

El CEP de Córdoba me pidió que participara en este encuentro con una ponencia titulada como esta entrada, Claves para una formación docente eficaz. No era un reto menor: delante de mí tenía a muchos de los ponentes con más experiencia de Andalucía en diversos ámbitos de nuestra profesión (gestión de centros, metodología, orientación y tutoría, tecnología, etc.) y en diversas etapas educativas, sin contar con el equipo de las asesorías del CEP de Córdoba al completo.

Para intentar cumplir con el título que me habían propuesto preparé una ponencia un poco especial: podríamos llamarla «ponencia 2×1».

Así, habría una primera ponencia en la cual he intentado (con mayor o menor éxito) ofrecer algunas de mis claves personales para diseñar una buena ponencia. Por ejemplo, pretendí recorrer la secuencia que en mi opinión debe tener toda buena ponencia: el exordio, donde reclamas la atención de las personas que asisten a la formación y solicitas su ayuda y participación; la narración, donde expones tu experiencia de manera clara y con el apoyo de evidencias científicas; la demostración, donde los participantes en la formación «aplican» mediante diversas estrategias lo que has presentado anteriormente; y, finalmente, el epílogo, donde sintetizamos la propuesta, planteamos posibles desarrollos futuros de la misma y lanzamos un mensaje optimista para que los compañeros y compañeras se animen a «ensayar» en su propio entorno la práctica que tú has presentado.

Junto a esta secuencia se presentaron algunas otras ideas que son importantes para mí a la hora de diseñar una actividad de formación del profesorado:

  • la humildad en la presentación;
  • la conciencia de que estás trabajando con profesionales que son también expertos en sus correspondientes materias y en cómo impartirlas;
  • la utilización de dinámicas de presentación entre los participantes en la formación;
  • la importancia de mantener un equilibrio entre tu propia experiencia y los resultados de las investigaciones en Ciencias de la Educación;
  • la variedad de estrategias expositivas y de trabajo dentro de la actividad formativa;
  • la coherencia en los espacios formativos («si hablas de aprendizaje cooperativo, haz que cooperen; si hablas de tecnología, haz que usen tecnología»);
  • la importancia de valorar la agencia del profesorado permitiendo que diseñen o realicen prácticas de micro-enseñanza dentro de tu actividad formativa;
  • la necesidad de compartir nuestras presentaciones y materiales siempre que esto sea posible;
  • la importancia de disponer de mecanismos de difusión (blogs, podcasts, etc.); o
  • el valor de la emoción en tu propuesta formativa.

La segunda ponencia («la ponencia dentro de la ponencia») versaba sobre uno de los elementos del título: la eficacia. Utilizando para ello diversas investigaciones, presenté algunas claves acerca de

  • qué significa ser un docente eficaz;
  • cómo podemos generar una mejora efectiva en un centro a través de un proceso de transformación escolar;
  • cómo generar una formación efectiva;
  • qué impacto tienen los programas de formación y desarrollo profesional del profesorado y
  • cómo podemos integrar todas estas claves en un único proceso.

Así, partí en esta segunda ponencia del «modelo dinámico de la efectividad docente» de Creemers y Kyriakides, que pone el foco en cuestiones relativas al docente y su práctica como la orientación, la estructuración, las preguntas, el modelado, la aplicación, la gestión del tiempo, la interacción en el aula y la evaluación. A partir de aquí, plantee un ciclo de mejora en los centros mediante la definición de metas, el análisis de la situación, la planificación, la implementación, la monitorización/evaluación y el re-ajuste para volver a comenzar el ciclo de nuevo. Por supuesto, en este ciclo comentamos, entre otras cuestiones, tanto la importancia de las «condiciones de enseñanza y aprendizaje», que permiten no solo desarrollar ciertas prácticas sino que condicionan, en buena medida, obtener unos u otros resultados, como la necesidad de que la transformación de la organización sea top-down y también bottom-up.

En relación con la formación efectiva, comentamos la importancia de un «aprendizaje activo» también por parte del profesorado y la necesidad de obtener un feedback relevante en la práctica, examinando para ello si las nuevas prácticas inciden en el aprendizaje del profesorado. En este sentido comenté el valor de la lesson study, y especialmente la lesson study conectada que proponemos desde Conecta13.

Finalmente, también me gustaría destacar un factor frecuentemente invisible dentro del desarrollo profesional del profesorado: la importancia del aprendizaje entre iguales. En este sentido planteamos, siguiendo a Avalos (2011) la evolución posible desde los intercambios informales entre docentes, los encuentros e intercambios entre centros, las experiencias de «aprendizaje formal» para docentes, la mentorización entre iguales o el diseño de proyectos colaborativos entre docentes y centros. Todas estas posibilidades de comunicación son importantes y en buena medida los centros del profesorado son los espacios idóneos para que estas surjan y se desarrollen.

En conclusión, hoy tenemos muchas claves valiosas para la formación permanente del profesorado, en la misma medida que tenemos la certeza de que esta formación es valiosa para garantizar la calidad de nuestro sistema educativo. Espero que algunas de las claves que he ofrecido aquí (tanto las claves más personales como aquellas que provienen de la investigación) sean útiles para los docentes que ofrecen sus conocimientos a otros docentes y para los centros del profesorado y sus asesorías.


Os dejo aquí el vídeo de la ponencia por si queréis ver cómo se integran las dos ponencias en un solo acto discursivo:

Finalmente, gracias al CEP de Córdoba no solo por organizar este I Encuentro de ponentes y por contar conmigo sino por la magnífica labor que realizáis día a día por la Educación cordobesa y andaluza. Ah, y sobre todo gracias a Irene por estar ahí: ¡todo esto lo hacemos por ti! 😉

Fotografía de Angel Origgi en Unsplash

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