Así muere un maestro

Así muere un maestro: en silencio.

Tanta fue su discreción que ni siquiera los compañeros y las compañeras que se habían estado formando con él la semana anterior a su muerte supieron de su fallecimiento hasta pasados unos días. Ninguna radio dio la noticia, ningún periódico le dedicó un titular. Sólo las redes sociales se hicieron ligero eco de su ausencia.

El maestro Pere Pujolás nos dejó el pasado 28 de julio de 2015 y ese, maestro, no es un buen día para morir en España. Todo el país está poniendo el cartel de “cerrado por vacaciones” y los ordenadores han entrado ya en reposo hasta que en septiembre vuelvan a la vida. Morir a finales de julio cubre cualquier lápida con un pesado silencio estival.

Sin embargo, muchos de nosotros tenemos una deuda con Pere Pujolás. Su trabajo en torno a la escuela inclusiva y el aprendizaje cooperativo ilumina como un faro nuestra actividad mostrándonos lo que podríamos llegar a ser: una escuela de calidad sin dejar a nadie tirado por el camino.

La obra de Pere Pujolás es un antídoto contra quienes quieren convencernos de que la excelencia es irrenunciable y hay que alcanzarla sea como sea, incluso a costa de los propios estudiantes y probablemente en contra de la misma sociedad que con su esfuerzo mantiene viva a la escuela. Sin embargo, las palabras de Pere nos indican el camino para que la escuela sea un espacio de cooperación, una auténtica comunidad en la cual todo el mundo tenga cabida y se pueda realizar y aprender.

Si yo tuviera que pensar una palabra de lo que Pere Pujolás representa para mí, diría implicación: implicación con los estudiantes que más necesitan nuestra ayuda, implicación con los centros educativos donde desarrollaba incansablemente proyectos de mejora, implicación con la formación inicial y permanente del profesorado, implicación con su universidad, implicación con la construcción de una sociedad más justa y mejor preparada.

Para ello Pere Pujolás entendió que el rol del docente universitario había de ser plural: investigador y docente, divulgador y formador, escritor y orador. Sus múltiples publicaciones y sus cientos de horas de formación en todos los centros del profesorado de nuestro país acreditan no sólo su capacidad sino también su voluntad de contribuir decididamente a provocar un cambio en nuestra escuela, reproductora y generadora de desigualdades, hasta conseguir que pudiera ser una verdadera escuela inclusiva de calidad.

Además, Pere nos enseñó a todos los que nos dedicamos a las Ciencias de la Educación que no vale simplemente con hacer publicaciones de «impacto» que ningún maestro lee: tenemos que meternos en el barro, acompañar a los docentes que día a día dan vida al difícil arte de la enseñanza. No es suficiente con hacer hermosas o complejas teorías, por muy necesarias que estas sean; hay que hacer propuestas que puedan ser llevadas a la práctica y evaluadas con el más exigente tamiz: el aula.

Queda mucho por hacer para cumplir el sueño de la escuela inclusiva de calidad y Pere ya no está para caminar con nosotros. Nos quedan sus obras y sus ideas. Ahora nos toca a nosotros recoger su testigo y demostrar que, aunque el maestro pueda morir en silencio, el eco de sus palabras en nuestros corazones y en nuestras manos es inextinguible. Como fue Pere a lo largo de su vida, seremos la gota que horada la piedra hasta partirla, el grano de arena que se levanta para construir la duna, el ladrillo que da forma al edificio común de una escuela en la cual no sobra nadie y pueden, definitivamente, aprender juntos alumnos diferentes.

Gracias, Pere.

Imagen de cabecera tomada de Eduquem caminant

9 Comments

    • María dice:

      Un maestro como él ,nunca muere porque su semilla sigue dando frutos y siempre habrá docentes que nos inspiremos en sus trabajos.Gracias maestro y hasta siempre.

  • Querido Fernando,
    A pesar de no haber conocido a Pere Pujolás, a través de tus palabras pude acercarme a su legado. Increíblemente por esos mismos días en Argentina perdimos a la más relevante figura del campo de la formación docente, María Cristina Davini, a quien yo recordaba a través de esta entrada de mi blog http://pensarlaescuela.com/2015/07/20/perder-a-una-maestra-con-mayusculas/.
    Parece que ambos se fueron casi juntos, dejándonos el compromiso de continuar sus ideas. ¡Qué bueno poder recordarlos cada día en nuestros pensamientos y acciones! ¡Esos son maestros! Los que viven en todos aquellos que han formado.
    Un gran abrazo,
    Débora

    • ftsaez dice:

      Caminamos siempre «a hombros de gigantes» y es justo no solo reconocerlo sino asumir la tarea de continuar, con humildad, la tarea que ellos emprendieron.
      Un abrazo

  • Su dice:

    Ohhh, sencillo hasta para decir adiós. Era un profesor que transmitía con mucha emoción. Me encantó hacer el curso de grupos cooperativos y disfrutar de una de sus sesiones. Desde entonces cada año introduzco sus técnicas cooperativas en las aulas por las que paso. Mi grado se centró en grupos cooperativos, incluso mi plaza también tiene tintes cooperativos… Una pérdida enorme para la escuela inclusiva!!!!

  • Anónimo dice:

    La Facultad de Educación, Traducción y Ciencias Humanas de la Universidad de Vic-UCC os invita al Acto de homenaje al profesor Pere Pujolàs y Maset (1949-2015)
    El acto tendrá lugar el próximo viernes 27 de noviembre de 2015 a las 18: 00h en el aula Magna de la UVic-UCC (Campus Torre de los Frailes – calle de Laura, 13 – Vic)
    El acto se podrá seguir en directo por streaming a través del Canal UVic (http://canal.uvic.cat/)

    http://news.uvic.cat/2015/11/13/271115-homenatge-a-pere-pujolas/

  • Carolina Montibeller dice:

    Excelente reflexión, desde Uruguay también hemos tenido pérdidas irreparables pero sus legados trascienden todas las fronteras y es muy grato saber que será así. Pero para quienes iniciamos nuestros pasos en estos espacios de formación es muy reconfortante observar profesionales con trayectoria que poseen la humildad de ver y reconocer a grandes en cada uno de los entornos en los cuales se desempeñan. Realmente reconforta leer y saber que hay colegas de otras partes del mundo con tanta pasión por la tarea que realizan. Simplemente, gracias.

  • Breve, con un contenido que nos conduce a la reflexión, pero sobre todo nos deja una experiencia de vida que puede generar un cambio en nuestras acciones. gracias por compartir, me llego hasta lo mas intimo.
    Saludos desde San Miguel de Allende, México.

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