Solo unos minutos

Solo quiero tomarme unos minutos para echar la vista atrás.

Unos minutos para despedir toda una vida: Adiós, padrino, tío Juan. Adiós, compañero, amigo Julio. Adiós, maestra, querida Myriam. Los tres habéis sabido vivir la vida y me habéis enseñado a mí a vivirla. Os doy las gracias por todo cuanto nos habéis dado en vuestras generosas vidas.

Unos minutos para saludar a quienes han llegado a la vida: Bienvenida, Paula. Bienvenida, Julia. Bienvenida, Leia. Vosotras sois la luz que necesita el mundo.

Unos minutos para agradecer a todas las personas que trabajan honestamente para construir un mundo mejor. Vosotros sois la mayoría silenciosa que hace que este mundo aun tenga algo de sentido.

Unos minutos para recordar a quienes no tienen una alegría que celebrar. Mi recuerdo para quienes viven en guerra y para quienes se fueron de su hogar y a quienes recibimos con vallas y concertinas.

Unos minutos para pedir perdón a quien yo haya decepcionado o a quien haya lastimado. Perdón si no he estado a la altura o si no he podido acompañaros. Espero que 2018 me de nuevas oportunidades para ser mejor.

Unos minutos para abrazar a quienes tengo cerca y a quienes están lejos, a mi familia más próxima y a los muchos amigos y amigas con quienes comparto preocupaciones y aventuras. Os deseo a todos paz y felicidad y a mí muchas ocasiones para veros y disfrutaros.

Sin más, unos minutos para cerrar el viejo año e inaugurar uno nuevo. Llegamos cargados de heridas y abrumados por la incertidumbre pero también abiertos a la ilusión y expectantes ante las nuevas posibilidades: un nuevo año es, en cierto modo, un nuevo comienzo. Deseo que sea para bien. Os deseo lo mejor a todos.

Feliz 2018.


Fotografía de Saz B en Unsplash

2 Comments

  • Mercè dice:

    Fernando, Gracias por esta emotiva felicitación! Feliz año para ti y para tu querida familia y amigos!???

  • Mabel Vargas dice:

    ¡Igualmente Fernando! que este nuevo año nos dé tantos minutos para poder seguir aprendiendo y que no se nos acabe nunca la curiosidad ni las ganas de persuadir el conocimiento.

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