Entornos personales y colectivos de aprendizaje

«Leo los tweets de Twitter de las personas que he elegido seguir. En Facebook encuentro un enlace a un vídeo y una reseña del último libro que lee una amiga. Alguien anuncia también que se va a celebrar un congreso pronto que puede ser interesante. Quizás vaya. Leo en Google Books una publicación que se ofrece parcialmente de manera gratuita. Después busco un clásico y lo descargo a mi iphone. Un amigo me avisa de una nueva conferencia en el OpenCourseWare del MIT: le echo un vistazo y envío el link a Delicious – ¿habrá alguna charla parecida en el OCW español de Universia? Luego lo busco».

Hoy nuestros entornos de aprendizaje no se limitan al libro y la asistencia a clases u otros encuentros académicos. Un número creciente de vías se abren ante nosotros con distintos formatos y posibilidades de interacción. El concepto de «entorno personal de aprendizaje» (Personal Learning Environment, PLE) recoge y desarrolla esta idea.

Los entornos personales de aprendizaje son herramientas para establecer nuestros objetivos, desarrollar nuestro proceso de aprendizaje y entablar relaciones con otras personas con las cuales compartimos nuestra experiencia – de tal forma que el aprendizaje suponga una experiencia de socialización rica. Los EPA pueden organizarse según diversos criterios (representados aquí mediante gráficos): entre otros, según las herramientas que se utilicen, según el uso o la actividad que se realice o según las relaciones personales que se desarrollen.

Leyendo sobre los EPA me preguntaba si la finalidad de los procesos de formación permanente del profesorado (normalmente dirigidos desde los centros del profesorado) no será precisamente que cada docente diseñe, gestione y mantenga su propio entorno personal de aprendizaje, en el cual los CEP sean una especie de «meta-recurso» (centros de recursos, centros de encuentro, centros de información, semillero de ideas,…) al cual puedan acceder libre, voluntaria y gratuitamente.

Y los centros, siguiendo con esta lógica, podrían diseñar «entornos colectivos de aprendizaje» para abordar los retos que les plantee la realidad cotidiana. Evidentemente, estos ECA no serían simplemente la suma de los EPA de los miembros del claustro, pues en los «entornos colectivos de aprendizaje» también habría que considerar los objetivos de aprendizaje propuestos por los estudiantes o las madres y los padres. Los «entornos colectivos de aprendizaje» pueden suponer un punto de encuentro dentro de los centros para el desarrollo de actividades compartidas por toda la comunidad de manera igualitaria y colaborativa.


Y tú, ¿cuál es tu experiencia? ¿Has diseñado tu entorno personal de aprendizaje? ¿Cómo lo gestionas? ¿Qué resultados obtienes?
Estas serán algunas de las preguntas a las que prestaré atención con mis estudiantes durante este primer cuatrimestre del curso en la formación inicial del profesorado. Por ahora, os dejo un primer esbozo de mi propio entorno personal de aprendizaje.

Saludos

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