Educación y Ciudad: preguntas para la reflexión ante la proximidad de las elecciones locales

Una de mis citas favoritas de Ortega y Gasset pertenece al libro Misión de la Universidad. En este libro Ortega establece un «principio de educación» que me parece relevante y clarificador:

La escuela, como institución normal de un país, depende mucho más del aire público en que íntegramente flota que del aire pedagógico artificialmente producido dentro de sus muros. Sólo cuando hay ecuación entre la presión de uno y otro aire la escuela es buena.

La escuela no es una institución aislada sino profundamente imbricada con el acontecer social (el «aire público») y comprender esto nos permite entender cuestiones como los resultados de las diversas pruebas de evaluación del sistema educativo, internacionales y nacionales, o la necesidad de «equilibrar la ecuación» entre los cambios sociales (como consecuencia, entre otras fuerzas, de la globalización y la digitalización) y los cambios en la escuela, que siempre parecen ser más lentos que en otros contextos.

Esta reflexión sobre la relación entre sociedad y escuela es especialmente pertinente cuando se aproximan unas elecciones locales como las que celebraremos el próximo día 24 de mayo de 2015. Como afirma Saskia Sassen, «en nuestra era global, las ciudades resurgen como lugares estratégicos de transformaciones culturales e institucionales». Así, frente al poder externalizado del estado nacional y autonómico, la ciudad se convierte en el espacio ideal para la formación de una ciudadanía crítica y la construcción de una sociedad más cohesionada (la dimensión pedagógica y la dimensión inclusiva de la ciudad según Quim Brugué)*.

En este sentido, la proximidad de una cita electoral representa para la comunidad educativa una exigencia de posicionamiento: ¿cuáles son nuestras demandas y propuestas en relación con la educación para los distintos partidos que se presentan en nuestras correspondientes ciudades? ¿Conocemos sus programas? ¿Conocemos a sus líderes? ¿Les hemos hecho llegar nuestras propuestas? ¿Se ha abierto el debate en la ciudad acerca de cuál debe ser la política local en materia de educación? Y en el centro educativo, ¿se ha abierto ese debate? Creo honestamente que una respuesta colectiva de signo afirmativo a estas preguntas marcaría una diferencia en cuánto al sentido de la educación de nuestras ciudades y, paralelamente, en cuanto a la voz y el papel de los docentes en la ciudad.

Intentando ser coherente, aquí te ofrezco algunas preguntas por si tienes a bien considerarlas en relación con la localidad donde desarrolles tu vida. Están divididas en tres bloques: la necesidad de una política integral, la educación como derecho vitalicio y la construcción de un «discurso educativo de ciudad».

En cuanto a la necesidad de una política educativa local integral, planteo las siguientes preguntas:

  • ¿Qué porcentaje del presupuesto local se destina a educación? ¿Es un presupuesto transparente? ¿Cómo se reparten las partidas? ¿Es un presupuesto participativo en el cual los miembros de la comunidad educativa puedan hacer propuestas?
  • ¿Qué instituciones posee el municipio para la política educativa? ¿Son instituciones de gestión de políticas diseñadas en otros niveles de la administración o diseñan y ejecutan políticas educativas propias? ¿Cómo valoras su actuación? ¿Sabes si se realiza algún tipo de evaluación de estas políticas educativas? ¿Se publican los resultados de esta evaluación?
  • ¿Qué inversiones educativas son necesarias en la localidad? ¿Se necesitan más espacios para el aprendizaje formal o informal? ¿Cómo se gestionan estos espacios?
  • ¿Pertenece tu localidad a alguna red nacional o internacional que permita transferir buenas prácticas de políticas educativas (como, por ejemplo, la Asociación Internacional de Ciudades Educadoras)?

La educación no es una actividad infantil exclusivamente sino un derecho que se disfruta de manera permanente a lo largo de la vida. Por ello quizás pueda interesar considerar las siguientes cuestiones:

  • ¿Se utilizan en tu ciudad los espacios comunes abiertos (jardines, calles, plazas) como espacios de aprendizaje?
  • ¿Posee tu localidad servicios que posibiliten el aprendizaje expandido y permanente? ¿Bibliotecas? ¿Espacios de coworking? ¿Laboratorios urbanos? ¿Centros de arte o museos? ¿Y cómo funcionan? ¿Están bien comunicados con los centros educativos? ¿Están bien integrados en la vida de la ciudad?
  • ¿Busca tu localidad de manera activa la colaboración inter-institucional y el diálogo con los agentes sociales y educativos? ¿Se promueven y apoyan a los líderes educativos locales?
  • ¿Cuenta tu ciudad con un plan específico de inclusión socio-educativa? ¿Dónde y a quién se ofrecen los mejores recursos? ¿En qué barriadas o zonas de la localidad?¿Se presta más atención precisamente a las zonas más desfavorecidas de tal forma que la educación sirva como palanca de inclusión?
  • ¿Existen campañas locales de concienciación social del valor de la educación?

Finalmente, en relación con la construcción de un «discurso educativo de ciudad», hago en voz alta las siguientes preguntas:

  • ¿Representa tu localidad un ecosistema en el cual se generen dinámicas y los recursos necesarios para desarrollar y potenciar prácticas educativas eficaces e innovadoras?
  • ¿Posee tu localidad un proyecto educativo de ciudad?
  • ¿Posee tu localidad un proyecto de digitalización que implique el desarrollo de la competencia digital de la ciudadanía?
  • ¿Ofrece tu localidad apoyos de orientación educativa complementarios a los disponibles en los centros educativos?
  • ¿Es tu localidad un entorno multilingüe? ¿Qué actitud hay respecto a las lenguas? ¿Qué posibilidades, formales e informales, hay de desarrollo efectivo de la competencia plurilingüe?
  • ¿Existe un plan específico de promoción de la lectura en tu localidad?
  • ¿Ofrece tu localidad oportunidades para la transformación metodológica del aprendizaje de las Matemáticas y las Ciencias?
  • ¿Existe en tu localidad algún espacio abierto dedicado a la reflexión y la innovación educativa?

Si a partir de estas cuestiones puedes definir una propuesta concreta para tus representantes políticos locales, no dudes en hacérsela llegar: tu voz es una voz cualificada y merece la pena que sea oída. El silencio solo conduce a la sumisión.

Imagen: Large group of people, via Shutterstock

*Las citas de Sassen y Brugué están disponibles en el Monográfico de la Asociación Internacional de Ciudades Educadoras (2014).

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